El béisbol es una asignatura deportiva que generalmente no está exenta de errores, muchas veces de bulto. Mírese nomás la modificación que hizo una veintena de cronistas deportivos, cambiando la orientación del center field, para que los bateadores de un equipo siempre lo hicieran a favor de la brisa, no en contra de ella.

Hoy por hoy aquello que prevaleció durante más de 50 años se cambió radicalmente, la orientación del bateador para que este contara con la ayuda generosa de la brisa barranquillera. Sin embargo, aquello no agradó en lo más mínimo a la afición criolla, porque los diseñadores del cambio radical obligaban al bateador designado esta vez para que ‘cañoneara’ la pelota más fuerte que la brisa que no era nada fácil en los días de la modificación.

Recuérdese cuando se bateaba con el center field situado longitudinalmente a favor de las brisas. Esta situación center field nariz con boca en la vía 40 y el bateador que disparaba sus batazos en la misma orientación, le dio entonces una ventaja ofensiva al equipo que bateaba, en contraste con lo que fue planteado por la modificación: batear en contra de la brisa y además hacerlo en tremendo poderío al bate. Nunca se dio la circunstancia de meter una pelota de jonrón en aquellos tiempos.

Hoy por hoy se nos dice que la modificación al parque tomasino (para batear de sur a norte) es un verdadero tormento para los bateadores, contenidos en su trayectoria por la brisa que se encarga de frenar y no de hacer avanzar la pelota. En todo caso la modificación viene a respaldar al bateador, no a reemplazarlo por fenómenos atmosféricos. El problema no es el batazo ayudado a que se convierta finalmente en un jonrón, sino la obligación para los espectadores de recorrer algo así como una media milla para entrar al estadio. Así era antes de modificar el escenario beisbolero.

En fin de cuentas, ya con modificación o sin esta, los escenarios que la ciudad piensa estrenar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, mal que bien las obras avanzan y el tiempo dirá si se adelantaron a la fecha inaugural o habrá que apelar al bendito recurso del aplazamiento.

Béisbol es béisbol y no le demos más vueltas a la cosa que lo importante es que la ciudad pueda contar en diciembre de 2018 con los escenarios planificados.