Algunos estudiosos investigadores de la historia del boxeo consideran como bastante incompleta la historia del excampeón mundial de peso completo Primo Carnera, de nacionalidad italiana. Carnera fue un púgil de medidas insólitas en su organismo. Medía un centímetro más que Jess Willard. Medía 2.02 de altura por 2.01 de Willard, en peso corporal sí aventajaba a Willard: 240 libras este último, por 280 de Carnera.

Carnera hizo gran parte de su carrera boxística en Italia, su país y varios estados europeos. Un grupo de empresarios y vividores del boxeo se lo llevaron a Estados Unidos para que hiciera carrera en ese país. Hay dos versiones sobre esto último: una dice que los apoderados de Carnera compraban los contendores y otra dice que Carnera tenía un punch algo respetable con los cuales hizo un alto número de nocauts.

El gran misterio de si Carnera fue realmente un noqueador o no, culminó cuando pudo noquear al campeón mundial Jack Sharkey. Los apoderados cobraban los estipendios de Carnera y le decían que tenía depositado ese dinero en los bancos, lo cual era rotundamente falso. Cuando fueron presionados para que Carnera defendiese su título mundial ante Max Baer, y cuando éste lo noqueó en el décimo tercer asalto, esos tales apoderados pertenecientes a la mafia boxística de Estados Unidos desaparecieron como por encanto.

Carnera, ya sin título y peleando a la verdad de los combates los fue perdiendo, primero con el novato Joe Louis quien lo noqueó en seis asaltos y luego ya con su crédito agotado, el italiano servía como “caballo de prueba” para servir a jóvenes aspirantes que querían ingresar al ránking de los pesos completos. Cuando Carnera fue abandonado por sus mentores acudió personalmente a los bancos de Nueva York donde esos pícaros le decían que tenían guardado su capital. Carnera pudo averiguar que en esos bancos no tenía un solo centavo y sus victorias desaparecieron en un plazo corto. Carnera siguió peleando y era más lo que perdía que lo que ganaba, hasta el punto de ver su estado físico lamentablemente quebrantado. Por último, Carnera le solicitó a sus amigos que le financiarán su vuelta a Italia porque era en su propio país donde él quería morir.

Nunca se ha podido establecer con absoluta claridad si Carnera ganó el título mundial honestamente, o fue una de las tantas componendas que sus mentores lograron conseguir por debajo de cuerda. Este es uno de los tantos enigmas que hay en el boxeo de los años 30 que jamás se quiso investigar a fondo y cuando Carnera falleció en Italia dejaron inconcluso el verdadero motivo de su vida de boxeador.