¿Una constituyente de fuerzas populares: poder ciudadano o vías ‘de facto’?

La propuesta de la constituyente que hiciera el pasado fin de semana el presidente Gustavo Petro sigue generando incertidumbres en distintos sectores: algunos lo ven como una salida de la movilización ciudadana para reformar algunos aspectos de la Constitución, otros como una vía de presión sobre el Congreso para que marchen las reformas del Gobierno, y hay quienes anticipan en esta convocatoria una plataforma política de cara a las elecciones de 2026.

El jefe de Estado habló de que 'los poderes constituidos por el constituyente del 91 no han podido resolver varios problemas fundamentales que detienen a la sociedad colombiana y por eso debe el constituyente, es decir el pueblo, entrar a resolverlos', debido a que 'los poderes constituidos fueron penetrados por un régimen de corrupción impune y de facto y por una gobernanza paramilitar', por lo que plantea 'la constitución de coordinadoras municipales de fuerzas populares que desaten la organización y la movilización general de la ciudadanía'.

Y pone de presente que 'cuando se habla de que haya unas fuerzas populares, eso puede ser una propuesta, pero no parte de una agenda del presidente, es decir, no pueden estar lideradas por el presidente, sino que esas fuerzas populares pueden conformarse en el momento en que el Congreso haga una ley que diga si se convoca o no a una constituyente'.

Por su parte, el presidente del Congreso de la República, el senador Iván Name, de la Alianza Verde, advirtió que el mandatario 'habla de un golpe de mano institucional. Y no tengo más remedio que responder con firmeza que este no es un Congreso genuflexo. Traiga aquí, señor presidente, la ley que convocaría una asamblea nacional constituyente, como es el mandato constitucional. No se invente caminos que no aceptamos'.

EL HERALDO les preguntó al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, de qué se trata la propuesta, y a constitucionalistas cómo la ven y quién tiene la razón: Petro o Name.

El jefe de la cartera política reconoce que Petro 'no tiene mayoría en el parlamento, (…) entonces permite la Constitución preguntarle directamente al ciudadano sobre unas reformas institucionales, legales, constitucionales, a través de dos caminos: un referendo o una asamblea nacional constituyente'.

En este sentido, recordó Velasco, Petro ofreció en campaña unas reformas en el sistema de salud, en el laboral y en el pensional, pero 'el presidente presenta sus proyectos y siente que no avanzan, pero no solo eso, sino que en un momento dado a pesar de tener unas mayorías en Cámara muy expresadas y que se mantienen en la plenaria del Senado, en la Comisión Séptima un grupo mayoritario de los senadores, y eso es perfectamente democrático, no estoy haciendo una crítica, le dice: señor, no vamos a dejar que haga la reforma la salud'.

Ahí, continúa el funcionario gubernamental, se puede pensar que hay un bloqueo legal, porque entre otras cosas a esa comisión va a tener que llegar también la reforma laboral (la pensional ya pasó su primer debate en esta célula legislativa).

'Y entonces en ese bloqueo el presidente dice: bueno, ¿y por qué no pensamos como lo dice la Constitución en una constituyente, no como una amenaza sino como una salida institucional que está en la Constitución?', señaló.

Afirma Velasco que Petro no sugiere una constituyente para reemplazar entera la Constitución del 91, sino que 'él, yo y muchos coincidimos en que la Constitución del 91 es muy buena, y lo que sentimos es que no ha sido totalmente desarrollada, que hay mandatos de esa propia constitución que las normas actuales no nos dejan cumplir'. Por ello, asevera, hay que corregirla en algunos aspectos.

Pone de presente el ministro que la Carta Política 'tiene la virtud de que no fue hecha por un sector político para imponérsela a otro sector: fue de todos los sectores, incluso algunos que venían de la guerrilla'.

Frente al propósito de la reunión de las coordinadoras populares, asegura que es 'la activación de una sociedad que demanda reformas', aunque admite que 'una de las conclusiones puede ser que no se necesita constituyente, sino un acuerdo'.

Esa constituyente o acuerdo, a lo que sea que se llegue, indica, pasaría sí o sí por el Congreso: 'Hoy en Colombia no se puede hacer ninguna reforma de la Constitución sin que pase por el Congreso, y nosotros somos respetuosos de las reglas'.

Y en relación con los señalamientos que hay de que se trata de una estrategia electoral, expuso: 'Gobierno que no haga política es un gobierno que se cae, el Gobierno al Pueblo en el Caribe fue un gobierno haciendo política, igual que los consejos comunitarios de Uribe o las asambleas de paz de Santos'.

Para el constitucionalista y exmagistrado Juan Manuel Charry, Petro está acudiendo a la vieja idea del poder constituyente primario, 'que me parece un camino muy riesgoso porque se está saliendo de la Constitución del 91, desconociéndola, o sea va a hacia una ruptura institucional'.

Esto al decir que tiene respaldo popular evocando figuras como la de los cabildos abiertos o lo que fue la autorización de las municipalidades para la Constitución del 86, y agrega que el jefe de Estado quiere fortalecerse en el espacio público, en donde él se siente que tiene más posibilidades, que son justamente esas: la manifestación callejera, la plaza pública, los cabildos de las regiones, donde tiene más aceptación.

Pero, advierte, este tipo de hechos 'no se pueden contar, en el sentido de que son hechos políticos, llamémoslos informales, que no tienen un conteo como ocurriría en una elección, y tarde o temprano tendrán que pronunciarse la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y otros organismos'.

Y, concluye, este camino, 'probablemente, ojalá no sea así, nos llevará a un enfrentamiento entre distintas fuerzas, las que reclaman un cambio, por esa vía de hecho, que sería una especie de constituyente primario, y los que reclamamos el cumplimiento de reglas de juego con conteos electorales'.

Luisa Fernanda García, experta en derecho constitucional y catedrática de la Universidad del Rosario, considera que realmente lo que el presidente propone 'no necesita hacerse por la vía de una constituyente'.

Y pone de presente que 'cuando se habla de que haya unas fuerzas populares, eso puede ser una propuesta, pero no parte de una agenda del presidente, es decir, no pueden estar lideradas por el presidente, sino que esas fuerzas populares pueden conformarse en el momento en que el Congreso haga una ley que diga si se convoca o no a una constituyente'.