El Ministerio de Relaciones Exteriores anunció la repatriación de Otilio Ruiz Cuero, de 68 años de edad, quien estaba condenado en China por narcotráfico.
La Cancillería, en coordinación con el Ministerio de Justicia y el Instituto Nacional Penitenciario (Inpec), empezaron en las últimas horas el proceso de repatriación por razones humanitarias.
Ruiz Cuero fue condenado el 15 de abril de 2013 a 15 años de cárcel en Hong Kong y ahora terminará de pagar su pena en un centro penitenciario en Colombia.
El hombre de 68 años de edad, cuarto colombiano repatriado desde la República Popular de China, llegará en las próximas horas al país.
'Como él, hay alrededor de 8.800 colombianos detenidos en más de 1.000 cárceles del mundo por tráfico de drogas. En la República Popular China, 144 connacionales se encuentran detenidos por este delito. En 34 países, el tráfico de drogas es castigado con cadena perpetua o pena de muerte', informó la Cancillería.
La revista Don Juan, publicó una carta del acusado donde pide perdón a la República Popular de China por su acto ilegal, y donde explica el motivo que lo llevó a acceder a ingresar al país con la droga.
Carta de Otilio Ruiz Cuero:
Respondo al nombre de Otilio Ruíz Cuero, ciudadano de origen colombiano quien me encuentro prisionero actualmente en la prisión de Stanley por el delito tipificado como tráfico de drogas peligrosas, del que se me ha acusado y del cual soy plenamente consciente de haberlo cometido. Más quiero indicarle que ni aún para usted deber ser desconocido el tema referente a la inmensa crisis internacional económica que engloba principalmente a países tercermundistas, de la cual no es la excepción el mío propio. Todo se ve reflejado en la inmensa pobreza de las ciudades colombianas, ocasionada por los bajos ingresos. Yo le expongo lo siguiente señor Juez: yo hice esto debido a mí avanzada edad y por la cual yo en mi país ya no soy útil para la sociedad y por la cual me vi obligado a hacerlo porque en mi país yo tengo a varios familiares que mantener.
Se trata de personas de edad avanzada y que también tienen enfermedades terminales y necesitaban medicinas y yo tenía que cubrir esos gastos. Debido a lo poco que tenía de ingresos me vi obligado a hacer lo siguiente: hace tres años tomé dinero prestado a prestamistas de la ciudad donde vivo. Eran personas que trabajaban para organizaciones fuera de la ley. Yo tenía conocimientos de sus actividades. Y como nunca pude pagar esta deuda apareció una persona cobrando el dinero que me había prestado y me comprometí a pagar una cuota diaria, pero me fue imposible. Y ellos me dijeron que si no era en efectivo tenía que pagar de otra forma y sería haciendo un viaje para ellos. De eso me descontarían una parte de la deuda. No siendo así mi señora esposa correría un grave peligro y pues no tenía otra alternativa que hacerlo.
Con esto no trato de justificar ni minimizar el delito que he cometido, ni tampoco tratar de influir en usted y su decisión. Solo quería que tuviese conocimiento de la realidad latente que vivo como una víctima más de este inmenso monstro que significa el narcotráfico. Ante todo, pido perdón y disculpas a las autoridades de este país y las leyes que lo rigen, y a toda la sociedad de Hong Kong, pidiendo una oportunidad más para demostrar que como personas podemos cambiar y rectificar el rumbo de nuestras vidas.