Con el pasar de los días, son cada vez más los detalles que se conocen sobre las personas implicadas en el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. Recientemente, las autoridades confirmaron la captura de una mujer joven señalada de haber participado en la organización del ataque, y sobre quien ya empiezan a conocerse antecedentes y vínculos clave para el caso.
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Se trata de Katerine Andrea Martínez Martínez, alias Gabriela, de 19 años y oriunda de la ciudad de Barranquilla. Fue detenida en Florencia, Caquetá, y trasladada en las últimas horas a Bogotá, donde permanece bajo custodia mientras se realizan las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento.
Según información judicial consultada por las autoridades, Martínez no es ajena al radar penal: su nombre aparece en al menos tres registros activos del Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA).
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El primero, del 6 de mayo de 2022, corresponde a una investigación por lesiones personales. El 1 de junio del mismo año figura como víctima en un caso de hurto, y días después, el 6 de junio, vuelve a estar vinculada a un nuevo hecho de lesiones personales.
Ese historial le permitió a los investigadores establecer un perfil que sugiere cercanía con entornos violentos y redes delictivas. De acuerdo con lo que reveló en un reciente informe el diario ‘El Tiempo’, por su perfil, Martínez habría hecho parte de una banda de delincuencia común, lo que refuerza la tesis de que el atentado fue planeado por un grupo criminal organizado con roles claramente distribuidos.
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Uno de los aspectos que más interés ha despertado entre los investigadores es la posible relación de la joven con uno de los capturados por el mismo caso. Se presume que podría ser con Carlos Eduardo Mora González, detenido el pasado 13 de junio y señalado por la Fiscalía como el hombre que realizó el reconocimiento previo del parque El Golfito, donde ocurrió el ataque a Uribe.
Mora —de nacionalidad extranjera y residente en Colombia desde hace cinco años— enfrenta cargos por tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores en delitos.
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Aunque, por otro lado, se maneja la hipótesis de que la mujer más bien haya estado involucrada sentimentalmente con alias El Costeño, quien aún no ha sido detenido por las autoridades, pero quien fue señalado por Mora González como el encargado de entregarle el arma de fuego al adolescente responsable de atentar contra Miguel Uribe.
Las autoridades tratan de establecer si Martínez actuó como apoyo logístico directo, o si su papel fue más periférico pero articulado con Mora y los otros implicados. Por ahora, su captura representa uno de los avances más significativos en una investigación que también sigue la pista de al menos cinco personas más.
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Mientras tanto, Miguel Uribe permanece en cuidados intensivos, y desde el Ministerio de Defensa se ha ofrecido una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos por información que permita identificar y capturar a los responsables materiales e intelectuales del atentado.
