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Esta semana en Barranquilla se iniciaron los denominados cabildos abiertos del presidente Gustavo Petro tras el hundimiento una semana atrás de la consulta popular sobre la reforma laboral en la plenaria del Senado y la radicación de una nueva consulta, esta vez también con temas de la reforma a la salud.

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Analistas consultados por EL HERALDO explicaron el significado de estos cabildos abiertos, el llamado de Petro a la calle por sobre el Congreso y su endurecido discurso sobre la consulta popular de cara a las elecciones del próximo año.

Para algunos opinadores y políticos, además, estaría también jugando el jefe de Estado a tres bandas, desviando la atención de las problemáticas del país e influyendo en la gente para que salga a votar ‘berraca’ en un paralelo con la campaña del plebiscito por la paz.

Petro en Barranquilla

Sobre este tema de las movilizaciones, Petro afirmó en Barranquilla: “Son derechos y dignidad en la consulta popular y ustedes me ayudarán. Yo delego el papel de dirigente popular, que hasta este momento he tenido que no es función de la Presidencia, sino de la persona, en la coordinadora nacional popular de movimientos y organizaciones, para que dirija las acciones que el pueblo debe tomar”.

Añadió en este sentido el mandatario: “No atacarán a la fuerza pública. No se atacan los bienes de la clase media, no se rompe un solo vidrio (...). La orden a todos los miembros de la fuerza pública es no levantar el arma contra el pueblo, luego el pueblo debe abrazarlos, darles tinto, café, cariño y amor, porque son hijos del pueblo”.

También expuso: “No vamos a bloquear las necesidades mínimas de la gente, protegeremos la alimentación de las personas a las personas que necesitan atención médica, etcétera, pero ustedes deciden los momentos, los días, los tiempos. La oligarquía de Colombia debe saber que ahora tiene al pueblo enfrentado, porque no fue capaz de dialogar con el presidente y hacer un acuerdo”.

Y concluyó el jefe de Estado: “Que si toca ir a una huelga indefinida el presidente no atacará al pueblo de Colombia jamás, sino que se pondrá al lado del pueblo y que, si me van a echar por ello, entonces estalla la revolución en Colombia, porque no vamos a arrodillarnos”.

Presión al Congreso

Juan David Cárdenas, profesor de la maestría en comunicación política de la Universidad de la Sabana, le dijo a EL HERALDO que “lo que está ocurriendo es un pulso de poder que el presidente está llevando del terreno de la institucionalidad al de la opinión pública, buscando disputar la legitimidad en un marco popular y de participación ciudadana directa frente a la legitimidad de la representatividad del Congreso”.

Explicó al respecto que “es un intento por cambiar los escenarios de la coyuntura y tratar de generar presión sobre el Congreso, incluso pensando no solo en la reforma sino en las elecciones de 2026”.

Y, frente al endurecimiento del mensaje de Petro, precisó el académico que “tiene un discurso más directo y confrontativo en la medida en que considera que las otras ramas del poder no están cumpliendo con su ideal de representación política y respeto a la voluntad popular. Por eso está llevando la coyuntura al ámbito de la participación ciudadana y la opinión pública para exacerbar la idea de la distancia entre el Congreso y la ciudadanía”.

Anticipar las elecciones

Carlos Moreno León, profesor asistente de la Universidad Javeriana, sostuvo en diálogo con EL HERALDO que el presidente lo que está intentando hacer es “más allá de movilizar a las masas, crear cierto tipo de contexto que le permita establecer un proceso de negociación con el Congreso mostrando que es fuerte en las calles, intentar gestionar dentro del Congreso la aprobación de sus proyectos de ley o la visión que él tiene con relación a algunas cosas que se van a discutir dentro del órgano”.

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El otro asunto, agregó, es que está intentado “ambientar un contexto electoral en el que quiere que ese proceso del año electoral inicie mucho más temprano de lo que normalmente empieza, pero eso tiene unas connotaciones en los movimientos sociales en particular que tienden a agotarse cuando este tipo de movilizaciones son muy extensas”.

Aunque, sostiene el catedrático, las que está llamando a acometer el primer mandatario no serían en principio movilizaciones peligrosas para el orden público “porque finalmente quienes se están movilizando son aliados del Gobierno y lo que me parece es que puede aumentar la tensión política, y creo que uno de los inconvenientes de movilizar a la gente por mucho tiempo es que la gente se cansa y por eso puede llegar a agotarse después de un tiempo, en aproximadamente dos o tres meses la cantidad de gente que saldría a apoyar este tipo de cabildos comienza necesariamente a disminuir porque no ve ningún tipo de resultado político en sus movilizaciones”.

Señalando culpables

Para Moreno, en democracias como la colombiana es normal que se vivan procesos de tensión con el Congreso. “Lo que pienso es que no necesariamente es perjudicial sino que generalmente el último año de los presidentes y el Congreso es difícil en la medida en que hay mandatarios que no son muy populares, y en que el Congreso va a intentar separarse de la imagen del presidente para que eso no lo vaya a perjudicar en las elecciones”, dijo.

Añadió que “el inconveniente que actualmente tiene el presidente es que desea que un conjunto de reformas sociales sean aprobadas, pero hasta este momento solo se le ha aprobado la pensional y existe un alto riesgo de que se caiga”.

Y, puntualiza que como el presidente no ha logrado consolidar una agenda de cambio que necesita ser aprobada por el Congreso, “va a intentar presionar mucho más fuerte a los congresistas para que voten a favor de las reformas, haciéndolos quedar mal ante la población, mostrando que son los culpables de que no se haya generado el cambio”.

Por ahora, lo que ha dicho el presidente del Congreso, el conservador Efraín Cepeda, es que en 20 días se votará la segunda consulta popular en la plenaria del Senado y, mientras tanto, sigue el trámite en tercer debate de la reforma laboral resucitada en la Comisión Cuarta del Senado. Ambas objeto de la movilización de los cabildos.