En el año 2006 mi nieto Santiago Rodríguez y Luis Patiño hicieron parte de la selección Atlántico preinfantil de béisbol que compitió en Cartagena.
Luis Patiño era un muchacho delgado y alegre que jugaba en el campo corto con destreza y que en ciertas ocasiones hizo las veces de lanzador. En La Heroica, jugando contra Bolívar o Córdoba, no recuerdo bien, lanzó cuatro innings con una eficiencia y serenidad propias de un jugador experimentado.
Luego de eso le perdí el rastro porque mis nietos se fueron a vivir a Miami, pero lo seguí después por la prensa que ya en el 2007 hablaba de su poderoso brazo y su disciplina. En el estadio Edgar Rentería, mientras se celebraban los Juegos Centroamericanos y del Caribe, me encontré con Jeffrey Niño, lanzador que está en la organización de menores y le pregunté por Luis Patiño. Me dijo: “Es uno de los mejores prospectos, seguro será subido al equipo mayor porque tiene talento, es muy disciplinado y a su corta edad ya lanza sobre las 100 millas por hora”.
“Eso será muy bueno para los colombianos que estamos en la organización”. Ya está entre los grandes y seguro hará historia. Luis Patiño es un ejemplo para nuestros jóvenes deportistas. Felicitaciones para su familia y especialmente para quienes lo supieron guiar.
Antonio M. Guzmán Garrido
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