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En días pasados tuvimos la infausta muerte de un querido colega de la docencia, que todavía sus amigos no hemos podido superar como es el licenciado Elías Cárcamo Benítez (q.e.p.d.) quien dedicó toda una vida formar muchas generaciones, recordando entre sus amigos y los estudiantes muchas anécdotas dentro del ejercicio de su bella y noble actividad.

Todos tenemos un destino y unas metas que cumplir, además de un ciclo dentro de esta frágil existencia. Recordamos las bromas entre amigos y colegas dada la confianza y el cariño que reina en nuestro medio, siempre dice alguno:” Algún día tendremos que rendir cuenta a la pelona”, de ella nadie se escapa, ricos y pobres, blancos y negros, ateos y creyentes, de izquierda o derecha.

Todos estamos planillados con la muerte y sólo el ser supremo sabe en qué momento debemos partir y la muerte nos llega aún en el momento menos esperado, aun cuando muchos deseemos ser eternos.

No se sabe de dónde alguien comentó dentro del grupo que el escritor y poeta Federico Santodomingo había manifestado con respecto a la muerte del licenciado Elías Cárcamo llamado entre sus amigos “el morrocoyo” (q.e.p.d.) su consternación ya que no sólo fue colega de letras, también fue su vecino cercano en el barrio El Silencio de Barranquilla, donde vivían a escasos metros de distancia. Federico se considera un joven quinceañero y la vacila como tal, se siente un adolescente y anda como decimos en el vacile a pesar de tener más de 70 años, se siente como un ‘pelao’, tanto es así que jamás se ubica en las colas para preferenciales ya que dice que aún está muy joven y tiene buena vitalidad, pues Federico dentro de sus visiones imitando la conducta de Poncho Zuleta en cuanto a su profecía con respecto a su colega Jorge Oñate(q.e.p.d.), manifestó que él está muy lejos de partir de este plano terrenal y que según sus pronósticos el turno ahora es para el licenciado Omar Sierra Muñoz quien el próximo 13 de abril llega 73 años el gran compadre, ya que le sigue los pasos también a su vecino y colega. El profesor Omar Sierra al enterarse de esto, lanzó una carcajada y manifestó: aunque yo tengo mis años, no me considero ningún mozalbete como mi colega, vecino y amigo Federico, ya que en el terreno capeo muy bien el toro y a mí nadie me ha visto en ninguna droguería comprando la pastillita azul, mientras que a él si lo han visto Y de pronto con eso sí se le puede llevar la pelona antes que a mi persona.

Pueda ser que para el próximo 17 de abril Omar, Federico, José Tejada, Jorge Utria y todos amigos de Olaya con la comunidad normalista en tienda el Bambú para celebrar mis SIN-cuenta.

Víctor Manuel Turizo Camaño