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En las décadas de los años 50 y 60 del siglo 20, se destacó un dúo que colocó a la plena y la bomba en un lugar cimero. Haciendo referencia a Rafael Cortijo e Ismael Rivera, ambos nacidos en Santurce (Puerto Rico). En 1954, el Combo de Cortijo estaba integrado por Rafael Ithier en el piano, Cortijo en el timbal, Roberto Roena en el bongó, Martín Quiñones en las congas, Eddie Pérez (la voz “femenina” de los coros) y como cantante el sonero Ismael Rivera. Además de Miguel Cruz en el bajo y Kiko Vélez y Mario Cora en las trompetas.

Más adelante (1956), se integra al Combo de Cortijo. Nelson Pinedo, interpretando Conocí a tu Papá y Micaela, entre otros temas.

La plena tiende a ser narrativa, cuenta sucesos, casi siempre de la cotidianidad y en forma satírica, denominándose “el periódico del barrio”. Lo que predomina es la letra, contrario a la bomba, donde el canto acompaña al baile. La bomba tiene muy poca letra y el texto es comúnmente complemento del ritmo. Aunque más adelante, se habla de bomba y plena como ritmos fusionados.

El aporte musical de Cortijo y Rivera fue voluminoso y de una calidad artística. Calipso, Bomba y Plena, Con la Punta del pie Teresa, El Bombón de Elena, Las Ingratitudes, El Negro Bembón y el Chivo de la Campana, son parte de un listado más amplio de un Combo que revolucionó la música, pues con sus arreglos, alborotaron miles de seguidores. Haciéndose famoso Ismael, con sus frases únicas: Ecuajey y Fuera zapato viejo. Igualmente, conocido como el Sonero Mayor.

Edgardo Enrique Salebe Morr