
Comunidad de tres barrios en B/quilla pide ayuda ante riesgo de inundaciones
Se trata de los sectores de La Luz, La Chinita y Rebolo, en Barranquilla. Comunidad reportó afectaciones con las recientes lluvias del fin de semana en la ciudad.
Vecinos de La Luz, Rebolo y La Chinita dicen estar olvidados y piden atención de parte del Distrito para evitar que sus casas se inunden por el desbordamiento del caño.
Yendanilo Guerra, habitante del sector de la Luz, ubicado en el suroriente de Barranquilla, no ha dormido tranquilo en los últimos días pensando en que las lluvias que han caído continuamente sobre Barranquilla ocasione el desbordamiento del caño e inunden su casa como le ocurrió, en dos oportunidades, durante el pasado fin de semana.
Sostuvo que esta es una problemática que sufren desde hace más de 25 años, y que tanto él como sus vecinos del sector y de otros barrios, como Rebolo y La Chinita, se la han pasado sacando el agua que se les mete a sus residencias y temen que la situación pase a ser peor si continúa lloviendo.
“Una vez más nos inundamos, y no pasa nada, nadie nos atiende, nadie viene a personarse de ésta problemática. Son alrededor de 400 casas las que están en este riesgo. Ya nos sentimos con el agua al cuello. No hemos descansado de sacar el agua de la casa, hemos perdido mercancía y muebles, y las autoridades no se han acercado a ver cuál es la situación que nos aqueja”, contó Guerra a EL HERALDO.
De acuerdo en el testimonio de este vecino, las veces que se han presentado riesgos o emergencias por causa la ola invernal, las autoridades distritales no han llegado hasta su sector para disponer de obras que mitiguen la situación de sufrir un desastre.
La residencia de Yendanilo Guerra está ubicada en el sector de la carrera 21 con calle 5, en el barrio La Luz, y aseguró que la atención de funcionarios de la Administración distrital solo llega hasta el denominado Puente Covadonga, ubicado en la carrera 30 con calle 8, cerca de la Zona Franca. “Las intervenciones llegan de ahí, hasta la intendencia solamente. Para acá hasta el puente Pumarejo jamás hacen algo”.
Guerra y su familia tienen una miscelánea y droguería en su domicilio, y precisó que el desbordamiento del caño ocasionó pérdidas de mercancía, por casi un millón de pesos, tras meterse el agua a la casa durante uno de los más recientes aguaceros.
“Una de las cosas que más nos ha perjudicado es que cuando construyeron el Corredor Portuario, redujeron y desviaron el cauce del caño, acercándolo como 20 metros más a las casas, agravando la situación de todas estas familias”, afirmó.
Indicó además que como él, muchos vecinos perdieron enseres y las casas sufrieron deterioro en sus estructuras por causa del desbordamiento del caño, y que siguen a la espera de atención parte de las autoridades.
Al ser consultado sobre el particular, el jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo del Distrito, Edgardo Saucedo, indicó que su dependencia, en conjunto con Edubar y la secretaría de Gestión Social, adelantan un censo de habitantes de esa área y la intervención de la zona, a fin de ampliar el cauce de las aguas del caño para mitigar el riesgo de las familias que residen a la orilla del mismo.
De acuerdo con el funcionario mientras las lluvias no cesen y los niveles del río permanezcan altos, el riesgo estará latente, por lo que la solución definitiva sería la reubicación de esas familias y evitar más asentamientos a futuro en esa margen de los caños.
“Así uno trate de controlar el cauce de las aguas, ellas buscarán su descarga natural, así que esta problemática siempre va a estar ahí. Pero estamos trabajando, ampliando y profundizando el caño”, expresó.
Por otra parte, indicó que los trabajos de intervención van desde el puente Pumarejo hasta el sector de Rebolo y que lo que se ha avanzado hasta la fecha ha impedido que se genere mayor afectación por desbordamientos, según las explicaciones del jefe de la oficina.
Sobre el proyecto que adelanta Edubar para una solución definitiva, dijo que hay un plan de nuevos asentamientos, en zonas seguras, para reubicación y adecuación del entorno actual como un espacio de retiro y senderos peatonales.
“Invitamos a la comunidad a que eviten más invasiones y construcciones a, por lo menos, cinco cuadras de los cuerpos de agua y que trabajen de la mano con nosotros en este propósito de evitar que, a futuro, se generen más emergencias”, puntualizó Saucedo.