Malestar por nuevo plazo para la reapertura del teatro Amira
El gerente del banco Diego José Restrepo Álvarez, en diálogo con EL HERALDO, señaló que hay pre escogidas seis firmas y solo una de estas será la encargada de la restauración de la casa mayor de la cultura barranquillera.
Dos firmas constructoras barranquilleras, una colombo-italiana, una antioqueña y dos de la capital del país están preseleccionadas –solo una de estas será escogida– para los trabajos de restauración del Teatro Amira de la Rosa, el cual permanece con sus puertas cerradas desde hace algunos años luego de que se evidenciara un deterioro en su estructura.
Así lo afirmó este jueves Diego José Restrepo Álvarez, gerente del Banco de la República en Barranquilla. En diálogo con EL HERALDO, el ejecutivo señaló que hoy existen “avances” en el tema de la escogencia del “mejor proponente” para la restauración del centro cultural y, más allá, la construcción de nuevos espacios en su entorno.
Según Restrepo, actualmente se revisan algunos diseños de esas firmas proponentes, pero, si bien el banco es la entidad rectora del lugar, eso también debe tener el aval de unos “grupos focales”, conformados por expertos locales, gestores culturales, niños, jóvenes y gente que iba “asiduamente” al teatro.
“Los estamos convocando y todos ellos nos darán su idea de lo que quieren ver en el teatro. Vamos a retomar esos grupos, pues hay una población interesante, que son los niños y los jóvenes. Ellos son los que piden más tecnología”, respondió.
Estas mesas de trabajo, de acuerdo con el gerente, se desarrollarían a lo largo de este 2022 y, paralelo o posterior a eso, se realizaría la contratación.
En ese mismo sentido, el año entrante tendría que entregarse el diseño escogido al Ministerio de Cultura para “revisión y aceptación”, por tratarse de un recinto patrimonial y bien cultural, para luego iniciar labores.
“Calculamos que la obra se realice en dos años. Y a finales de 2026, principios de 2027, esperamos entregarles a los barranquilleros un nuevo complejo cultural del Banco de la República en Barranquilla. Totalmente nuevo, con unas zonas aledañas muy bien realizadas, con los mejores avances tecnológicos para que sea un gran centro cultural y que siga siendo el referente de cultura de Barranquilla y del Caribe”, proyectó.
Frente a los tiempos que llevan cada uno de los procesos, Restrepo explicó que “demoran tanto” porque en la estructuración de un negocio “hay que hacer cartas de invitación a las empresas, las empresas tienen un tiempo en el que plantean el anteproyecto, proyecto y la revisión de los últimos detalles, antes de presentarle el negocio al Banco de la República”.
Este además reiteró el interés que tiene el emisor en conservar esos ‘tesoros’ que tiene el Teatro Amira, como el Telón de Boca pintado por el maestro Alejandro Obregón, los vitrales, las lámparas de cristal e incluso el viejo y frondoso árbol de caucho que hace las veces de guardián del recinto.
El último gran evento que albergó el teatro Amira fue el X Carnaval de las Artes, en 2016. Ese año hubo un homenaje al pintor barranquillero Álvaro Barrios y el ‘Rey de la Guaracha’, Aníbal Velásquez, quien hizo una magistral presentación con lleno total de los 949 asientos del teatro.
Después de ese evento, y con el paso de unos meses, el Banco de la República evidenció la aparición de algunas fisuras en los elementos estructurales del teatro, lo cual llevó a una revisión del edificio. Los resultados preliminares determinaron que lo mejor era proceder al cierre preventivo y una intervención de fondo. Tal decisión se tomó el 26 de julio de ese año.
El teatro Amira de la Rosa fue construido por la Sociedad de Mejoras Públicas de la ciudad entre 1963 y 1965, y fue recibido en 1980 por el Banco de la República en obra negra, en el marco de un comodato con dicha sociedad, terminando su construcción en 1982.
Samuel Minski, director del Barranquijazz –el festival de jazz y latin jazz más importante de Colombia y del Caribe–, expresó con relación al tiempo estipulado por Banrepública: “Esperamos estar vivos para verlo”. Luego, añadió que “cuando hay voluntad para hacer algo, pues se hace y no dentro de 5 años”.
En ese mismo sentido se refirió la maestra de las danzas Gloria Peña, quien quedó inmortalizada en una pieza musical escrita por el ya fallecido Adolfo Echeverría.
“¿Qué le pasó a esa gente? ¿Se los cogió el tiempo? Bueno, me da sorpresa porque lo que se había conversado en 2016 fue que sería entregado en 2023. El año 2027 es bastante lejos: si llego hasta allá, entraría con mi bastón elegante. El que decide es Dios”, apuntó.
Por otro lado, el escritor Efraím Medina Reyes, coodirector del Carnaval de las Artes, respondió al respecto: “2027 se me antoja una eternidad, la reapertura del teatro debería ser un objetivo primordial y no convertirse en un espejismo más de quienes controlan las políticas culturales del país y de quienes tienen la responsabilidad de devolver a Barranquilla un elemento de arte y cultura de la dimensión del Teatro Amira de la Rosa”.
En el caso de Mónica Gontovnik, PhD en Artes Interdisciplinarias y docente del Departamento de Humanidades y Filosofía en la Universidad del Norte, recordó que estuvo en las tablas del escenario barranquillero por más de tres décadas, cuando incluso “no habían sillas”. “Para 2027 tendré unos 70 y más años, es un pésame que debemos darnos entre todos”.
Por su parte, Carolina Ethel, directora de la Fundación La Cueva, entidad que organiza el Carnaval de las Artes, señaló: “El escenario natural del Carnaval Internacional de las Artes es el Teatro Amira de la Rosa y lo echamos mucho de menos. Es una excelente noticia que ya haya un proyecto de recuperación de este patrimonio de Barranquilla, ojalá se pueda agilizar y nos ponemos a disposición en lo que podamos contribuir, porque lo cierto es que para entonces Barranquilla ya tendría una década sin un teatro”.
El gerente del Banco también se refirió a las obras que complementarían los trabajos de restauración del edificio del teatro. Expuso que, además de las adecuaciones dentro de escenario, por fuera, en el espacio con el que hoy cuenta todo el lugar, se incorporarán “nuevos servicios” para desarrollar ahí una “gran zona cultural”, integrada a los barrios Prado y Abajo, entre otros sectores. Habló de derribar unos muros que encierran el Amira para acercarlo con el parque 11 de Noviembre, así como aprovechar una zona de parqueos para establecer una sala de conferencias y salas de grabación de música.
“Va a ser un teatro multifuncional con una capacidad de más servicios, para más público. Será el centro cultural del Banco”, cerró.
