
Chichi Vasallo, un‘catador’ de voces
El hombre que estuvo tras el éxito radial de la histórica emisora La Voz de la Patria.
Como esos generales de muchos soles y charreteras, alejado ya de las duras batallas que libró en la radio local al frente de La Voz de la Patria --emisora insignia de la ciudad--, Chichi Vasallo se la pasa ahora refugiado en esa especie de ‘cuartel de invierno’ que es su confortable apartamento del norte de Barranquilla.
Cuando no permanece allí es porque está en cualquier parte del mundo, Europa, Asia, África, Norteamérica, siempre de la mano de su hija Vivian Elena, o de su hijo Luis Alberto; y acompañado del amor de su vida, Blanca Rubio, con quien compartió hombro a hombro muchos años en la exigente brega radial.
Eduardo ‘Chichi’ Vasallo Gómez es un legendario titán de la radio barranquillera que hizo historia al frente de la ya desaparecida Voz de la Patria, la emisora que cuando los avances de la tecnología no alcanzaban el sonido puro de la frecuencia modulada (FM) que hoy nos deleita; se daba el lujo en Colombia de ostentar esa sonoridad, que marcaba diferencia ante las demás.
Claro, que en lo del sonido Chichi nada tenía que ver, esa parte de la gloria le correspondió a su hermano mayor, Clemente Vasallo, o ‘Tico’, como todos los conocían. Él era el genio de la tecnología, un inquieto que se adelantó a la época e hizo de La Voz de la Patria ‘la emisora de la tonalidad perfecta’, como era su eslogan de combate.
En el andamiaje organizacional de la emisora Chichi era lo que ahora se conoce con el nombre rimbombante de director artístico, el hombre que estaba pendiente de la calidad de la programación, de conceder los espacios adecuados a los profesionales adecuados, de los horarios, e igualmente de escoger las voces que estarían al frente de los micrófonos.
En esto de seleccionar a los locutores de planta de la estación cumplía las veces de un ‘catador’, pues se dedicaba con paciencia a escuchar (¿saborear?) los timbres, matices, tonos, dicción de los aspirantes y escoger al más apto.
De su oído agudo surgieron voces como la de Nelson Pinedo, Jorge Humberto Klee, Edgardo Caballero, y Braulio Cimarra, entre otros.
Chichi Vasallo fue también el que tuvo el tacto para dar el aval a voces consagradas en la radio nacional como Edgar Perea, Marcos Pérez (QEPD), Gustavo Castillo García, Ventura Díaz, Tomás Barraza, (QEPD), Tomás Emilio Alba (QEPD), Ernesto Difernesio, quienes en sus inicios tuvieron un paso triunfante por La Voz de la Patria, una especie de escuela de la que se daba el salto a las grandes ligas de la radiodifusión nacional.
Los orígenes de la voz de la patria
Todo se debió a la vocación resoluta de Clemente, el mayor de los ocho hijos del inmigrante italiano Clemente Vassallo Manfroni y la monteriana Erlinda Gómez.
«De no haber sido por Clementico, con toda seguridad La Voz de la Patria no hubiera existido -asegura Chichi, pleno de convicción-. Desde muy joven Tico mostró su amor por la radiodifusión. Gracias a sus conocimientos empíricos en la electrónica hacía parte de una red de aficionados, y se comunicaba con claridad con muchos países».
Fue Clementico quien convenció a su padre para que lo ayudara a construir una emisora, y don Clemente compró en Estados Unidos los equipos que se requerían.
¿Cuándo y dónde nació La Voz de la Patria?
La Voz de La Patria nació el 20 de julio de 1936, día de la independencia. De ahí se derivó su nombre. La primera sede que tuvo fue el patio de nuestra casa, en la calle 51 entres carrera 40 y 41. Ahí se instaló uno de los dos transmisores. El otro lo situamos en el Colegio Barranquilla con el consentimiento del entonces rector Benigno Acosta Polo. La emisora comenzó en el dial 1350 y pasó luego al 1310.
¿Cuál era la programación habitual de la emisora?
Era una estación radial eminentemente cultural. Contábamos con declamadores, programas de concursos; teníamos una programación musical y un noticiero con tres emisiones diarias, cuyo director-locutor era el cienaguero Félix Acosta Held, quien fue nuestro primer radioperiodista. Los domingos y festivos, a partir de la 10 de la mañana, se difundía el programa ‹La hora de la Policía›, bajo la conducción del capitán Arrieta.
¿Qué locutores y periodistas dejaron huella en La Voz de la Patria?
Chelo De Castro fue un pilar de la sintonía, su espacio, Desfile Deportivo, marcó época. Marcos Pérez fue inmenso con su noticiero, llamado originalmente Noticiero de La Voz de la Patria; Enma Revollo fue una de las voces femeninas inolvidables que pasaron por la emisora; Manolo Villarreal, Francisco Ahumada Edgar Perea, Tomás Barraza, Pedro Juan Meléndez, tampoco resultaron inadvertidos. Aquí nació como locutor Edgardo Caballero, una de las grandes voces de la actualidad.
¿Qué recuerdos tiene de Nelson Pinedo?
A Nelson lo llevó a la emisora un veterano locutor llamado Osvaldo Villanigro. Allá dio sus pininos como locutor. Después de escucharlo y de oírlo cantar le dije que su futuro estaba como cantante. Me hizo caso y se convirtió en la gran figura que es.
¿Qué tipo de radio escucha usted ahora que está alejado del ajetreo radial?
Escucho la programación de Uninorte Stereo. Es una emisora que educa y recrea. La mayoría de las emisoras de la actualidad, sobre todo las de F M, tienen locutores gritones y algunos vulgares. Las emisoras deben ser un vehículo de cultura, no de destrucción. Cuando hay transmisiones de fútbol escucho Caracol. De vez en cuando escucho Emisora Atlántico.