El legendario chef Paul Bocuse falleció este sábado a los 91 años, tras una vida consagrada a sublimar la gastronomía francesa, con una proyección internacional sin igual.
'El Señor Paul era Francia. Simplicidad y generosidad. Excelencia y arte de vivir. El Papa de los gastrónomos nos deja', dijo en Twitter el ministro del Interior, Gerard Collomb, al anunciar su muerte.
Raymonde Bocuse, esposa del difunto - si bien el chef era polígamo y compartía abiertamente su vida con tres mujeres -, y sus hijos Françoise y Paul expresaron su 'pena inmensa'.
'Nuestro 'capitán' falleció (...) Era más que un padre y un esposo: un hombre de corazón, un padre espiritual, una figura emblemática de la gastronomía mundial y un portador de la bandera tricolor', afirmaron sus allegados en un comunicado.
Según una fuente cercana a la familia, Bocuse, aquejado desde hacía años de la enfermedad de Parkinson, 'partió apaciblemente' durante su siesta matinal en el albergue donde se halla su restaurante con tres estrellas Michelin (en el centro-este francés).
'Hoy, la gastronomía francesa pierde una figura mítica (...) Los chefs lloran en sus cocinas, en el Elíseo, en toda Francia. Pero seguirán con su trabajo', aseguró el presidente Emmanuel Macron.
Chefs del mundo entero rindieron homenaje al 'papa' de la gastronomía de su país, que contribuyó ampliamente a mediatizar el oficio.
Bocuse 'ennobleció la profesión de cocinero. Puso una C mayúscula a la cocina', reaccionó Alain Ducasse, uno de los chefs más reputados de Francia.
El argentino Mauro Colagreco, del restaurante Mirazur en el sureste de Francia, número 4 mundial según la lista británica '50 best', calificó a Bocuse de 'leyenda' de la gastronomía, mientras el peruano Virgilio Martínez, de El Central de Lima, quinto en esa clasificación, aseguró que dejó una huella 'monumental'.
En su cuenta de Instagram, el restaurante español El Celler de Can Roca, dos veces nombrado el mejor del mundo, escribió en francés: 'Siempre le recordaremos. Buen viaje, chef'.
Tres estrellas desde 1965
Aprendiz en el restaurante de Lyon de la primera mujer con tres estrellas Michelin, Eugénie Brazier, discípulo también de Fernand Point, su 'mentor', Bocuse transformó el albergue familiar de Collonges-au-Mont d'Or en un templo de la gastronomía.
A partir de 1965 y sin interrupción, el establecimiento ostentó la corona de tres estrellas, a la vez que Bocuse erigía un imperio en Francia y el extranjero, acumulando títulos como 'cocinero del siglo' - según la guía Gault et Millau -, y 'chef del siglo', para el prestigioso Instituto Culinario de Estados Unidos.
Trabajador incansable, se convirtió en el primer chef en dejar sus fogones para instalarse en Japón, Brasil y Estados Unidos, inspirando a otros cocineros que vieron en él un 'padre espiritual'.
El presidente de la guía Gault et Millau, Côme de Chérisey, saludó 'un gran hombre pero sobre todo aquel que junto a (los críticos gastronómicos) Henri Gault y Christian Millau lanzaron la Nouvelle Cuisine. Fue el origen de este big bang de la gastronomía francesa y mundial'.
Este término fue adoptado en los años 1970 para definir una gastronomía más ligera, que rompía con los cánones de la cocina francesa. Pese a ello, Bocuse siempre se reivindicó como un amante de la tradición, adepto a la 'mantequilla, la crema y el vino'.
José Andrés, chef español instalado en Washington, donde se ha convertido en un referente gastronómico con una decena de restaurantes, aseguró: 'Los ángeles hoy se regocijarán. Paul Bocuse se les unió'.