Desde la adolescente de voz acidulada de los años 1960 a la talentosa intérprete de las canciones de Michel Berger, de Poupée de cire, poupée de son a Babacar, la cantante France Gall, fallecida a los 70 años, atravesó varias épocas de la canción francesa.
Gall murió el domingo por la mañana 'tras haber desafiado desde hace dos años, con discreción y dignidad, un cáncer de mama que padecía desde los años 1990', informó a la AFP su encargada de comunicación, Geneviève Salama.
'Enumerar sus canciones de los años 1980 es hacer inventario de los títulos que más han marcado a los franceses de todas las generaciones, por su sensibilidad extrema, tanto en la música romántica como en el registro pop', reaccionó el presidente francés Emmanuel Macron.
Hacía ya tiempo que la que fuera ídolo de una época había dejado de pisar estudios y escenarios, desde la repentina muerte a los 44 años de su esposo Michel Berger, en agosto de 1992, seguida cinco años más tarde por la de su hija.
Salvo algunas grabaciones y algunos conciertos en los años 90, antes de un largo silencio del que salió en 2015 para defender un proyecto que le importaba: la comedia musical Résiste que actualizaba los éxitos de la pareja, interpretada en París y después en toda Francia.
Un espectáculo en el que Gall aparecía en video –no en el escenario– como narradora que se acordaba de su Pigmalión.
Numerosas personalidades rindieron homenaje al talento y 'generosidad' de la que fue una de las grandes figuras de la canción francesa.
Para la cantante Jane Birkin, Gall era 'sorprendente, cándida, misteriosa'. 'Es triste, triste...', afirmó.
Antes de convertirse en la musa de Michel Berger, France Gall, nacida de 1947 en París con el nombre de Isabelle, fue la 'muñeca' del compositor Serge Gainsbourg, que le escribió en 1964 N'écoute pas les idoles y Laisse tomber les filles.
La joven prestó su risa a Gainsbourg para Pauvre Lola y el compositor pronto le escribió Poupée de cire, poupée de son, canción con la que France Gall ganó Eurovisión en 1965, representando a Luxemburgo, y que cantó en seis idiomas, entre ellos el japonés.
La herida llegó con otra canción de Gainsbourg, Les sucettes (1966). Ella sólo se percató de las alusiones muy ambiguas por las burlas y el escándalo: 'No la habría hecho nunca, esta canción, si me hubieran explicado el sentido', confesó.
‘Comme d'habitude’
'Mi padre me entrenó muy joven tras los bastidores de los espectáculos, mi madre tocaba el violonchelo, mi tío el órgano, mis hermanos la guitarra', recordaba Gall cuyo abuelo materno, Paul Berthier, también era compositor de música litúrgica.
A los 16 años, cantó Ne sois pas si bête (1963), un éxito inmediato.
Su director artístico, Denis Bourgeois, la rebautizó con el nombre de ‘France’ para diferenciarla de otra cantante y fue el iniciador de la colaboración con Gainsbourg.
Paralelamente, Gall cantó también a los 16 años Sacré Charlemagne (1964), cuya letra fue escrita por su padre, nuevamente un éxito que sin embargo al principio cantó a regañadientes por temor al ridículo.
En esos años 1960, Gall mantuvo una corta relación con el popular cantante Claude François al que su ruptura le inspiró para la famosa canción Comme d'habitude. Después, vivió cinco años con otro cantante de renombre, Julien Clerc, al que acabó dejando.