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A los sesenta años, Mel Gibson, recordado por su actuación en el filme ganador del Oscar Corazón valiente, será padre por novena vez. El también director ya tiene ocho hijos, fruto de dos relaciones anteriores.

A la edad de Gibson, la mujer que ha quedado en embarazo probablemente ha recibido un tratamiento de reproducción asistida y se considera que su estado es de alto riesgo, originado en los procesos fisiológicos de su cuerpo. Como lo señala el ginecólogo obstetra Guillermo Ignacio Acosta, después de los 35 años o más el músculo se pone más fibroso y duro, lo cual dificulta el trabajo de parto (...). También hay mayores probabilidades de alteraciones cromosómicas en el feto, una mayor incidencia de abortos y complicaciones obstétricas —como hipertensión arterial, preeclampsia y diabetes gestacional—', explica Leonardo Muñoz, ginecólogo y experto en infertilidad.

Como la mujer, ¿el avance del reloj biológico del hombre afecta su fertilidad?

Con cada año que pasa, la calidad del semen o esperma (conjunto de espermatozoides) en hombres adultos disminuye, 'lo que sugiere que la edad desempeña un mayor papel en las tasas de fertilidad masculina de lo que se pensaba anteriormente', según un estudio de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, y del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.

El informe, publicado en la revista Reproducción Humana, sugiere que incluso los hombres sanos pueden llegar a ser progresivamente menos fértiles con el paso del tiempo.

Para ello, reclutaron a 97 hombres que estaban entre las edades de 22 y 80 años. Las muestras fueron llevadas al laboratorio de investigación dos horas después de la recolección para medir con precisión la motilidad del esperma —su vivacidad y capacidad para realizar movimientos complejos y coordinados— y otros indicadores de su calidad. Luego, recolectaron las historias médicas, sus estilos de vida y la exposición ocupacional, y excluyeron a los hombres que habían fumado en los seis meses previos o que tenían otros problemas de salud relevantes.

Mientras que la edad tuvo un efecto en el volumen de semen, el impacto más significativo fue en la motilidad de este. Se encontró una disminución de 0,7 por ciento al año; esto significa que la probabilidad de que la motilidad de los espermatozoides sea clínicamente anormal es de 25% a los 22 años, 40% a los 30 años, 60% a los 40 y 85% a los 60.

'En pocas palabras, los espermatozoides disminuyen con la edad', dijo Andrew Wyrobek, coautor del estudio. Agrega que la edad asimismo afecta la motilidad progresiva, que es la capacidad de los espermatozoides para avanzar con un objetivo claro en mente. 'Los espermatozoides que nadan en círculos pueden quedar atrapados en la mucosa femenina, mientras que el esperma que se mueve en una dirección lineal tendrá una mayor posibilidad de colisionar con el huevo', dice.

Sobre esta última, también observaron que comenzó a disminuir en los hombres a sus 20 años, al 3.1% por año. A los 30 años, la probabilidad de que sea clínicamente anormal es de alrededor del 50%, aumentando gradualmente hasta el 82% a los 80 años.

Por lo anterior, se halló que a diferencia del reloj biológico femenino, que refleja una marcada disminución de la fertilidad en la mujer después de los 35, el reloj masculino avanza gradualmente.