Yo me he puesto a analizar/la manera de empezar/ una canción vallenata/ y he podido comprender/ que uno tiene que nacer/ con sentimiento muy grande/ porque estas son cualidades/ muy propias de nuestra raza/ que llevamos en la sangre/ grabadas en forma innata.
Así reza la composición Herencia vallenata, interpretada por Diomedes Díaz Maestre, y que tal vez trae a su memoria la carátula del álbum lanzado en 1976, en el que aparece el Cacique de La Junta al lado del compositor y acordeonero pasero Naffer Durán. Esta, además, podría caracterizar la historia detrás del guajiro que fue una leyenda del vallenato, y de la obra musical que lo acompañó durante su trayectoria como artista.
Hoy se cumple el tercer aniversario de la muerte 'del más grande cantor de la música vallenata en todos los tiempos, capaz de convertir cada canto en un viaje emocional dotado de hondura y belleza', como lo describe el escritor y periodista Alberto Salcedo Ramos — autor de la crónica publicada en 2010 'La eterna parranda de Diomedes'—.Agrega que el cantante de vallenato 'cantó más de 20 canciones que se podrían llevar a la ventana de una mujer decente'.
Antonio Daza, contador de historias de juglares y cronista de festivales vallenatos, comenta que Diomedes era un 'prohombre del vallenato' y un compositor que se enmarcó 'siempre' en el vallenato tradicional.
Salcedo Ramos afirma también que 'en Diomedes coincidían muchas virtudes musicales que rara vez se dan juntas: el color de voz, el virtuosismo, la gracia, el sentimiento y el carisma'.
Pero, su faceta de compositor 'no lo entusiasmaba tanto como a otras personas (...) Para mí, era un verseador, un hombre que tenía gracia para hacer rima'.
Resalta 'de entre algunas de sus piezas notables' Flor de papel, grabada por el intérprete Rafael el ‘Cachaco’ Jiménez y el acordeonero Orangel el ‘Pangue’ Maestre —que dice: No olvides que el ave sin nido/ todo el tiempo vive perdida—.
Salcedo Ramos comenta que, 'lastimosamente', dentro de su legado también hay que incluir una vida turbulenta que no se compadecía con su grandeza musical.
Al final, 'se convirtió en una caricatura lamentable de sí mismo'. El escritor considera que los cantantes que se adjudican este género, hoy, no lo son realmente. 'Como al lado de ellos hay una acordeón, se confunden. Yo creo que el vallenato murió en los 90, lo que viene después es música de acordeón'. Manifiesta que el vallenato tiene cuatro aires clásicos: pulla, paseo, merengue y son.
Ventas
De acuerdo con Luis Alberto Laverde, director comercial en Sony Music, Diomedes ha sido el artista más vendedor en Colombia. 'Recordemos que nuestro país es de vallenatos y rancheras', dice.
Añade que el Cacique de la Junta 'es el único en el país que ha vendido más de ocho millones de discos en nuestra compañía'. Así también, las estadísticas lo posicionan como el artista más escuchado en streaming —descarga continua—, en general, el más escuchado en las plataformas digitales, 'por encima de todos los géneros', y el que sus canciones más se utilizan para hacer una playlist. Señala que 'la gente no se olvida de él, porque fue un hacedor de éxitos. Las composiciones de Diomedes fueron obras de arte. Su música va a perdurar por mucho tiempo'.