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Con su visión crítica ejerció como redactor jefe del semanario uruguayo Marcha, entre los años 1961 y 1964. Tras dirigir y participar en otras publicaciones, Galeano abandonó Uruguay en 1973, una vez instaurada la dictadura cívico militar en los años 1973 hasta 1985 en el país suramericano.

Se exilió en Buenos Aires, donde fundó la revista Crisis, que también dirigió, y en 1976 continuó su exilio en Barcelona, España.

Así, su regreso a Uruguay no se produjo hasta 1985, una vez restaurada la democracia y desde donde siguió difundiendo su visión del mundo dentro y fuera de sus libros, convirtiéndose en un referente para la izquierda latinoamericana y también para artistas como Calle 13, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, quienes solían visitarle cuando pasaban por Montevideo.

Personaje polémico

De opiniones tajantes no tuvo reparos al señalar las inconsistencias en las dinámicas del mundo actual, como lo hizo al referirse al temas álgidos como la justicia.

‘‘El código moral del fin del milenio no condena la injusticia, sino el fracaso’’, expresó Galeano.

También la religión fue uno de los tópicos más criticados por el escritor uruguayo, en especial la iglesia católica.

‘‘Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: ‘‘Cierren los ojos y recen’’. Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia’’.

Las injusticias sociales en los manejos gubernamentales, la pobreza y el hambre también estuvieron presentes en su discurso.

‘‘El mundo es una gran paradoja que gira en el universo. A este paso, de aquí a poco los propietarios del planeta prohibirán el hambre y la sed, para que no falten el pan ni el agua’’, dijo el autor.

Reacciones

Para el expresidente uruguayo José Mujica (2010-2015), Galeano, a quien veía regularmente, fue un hombre ‘‘intelectualmente brillante, que se hizo a sí mismo’’ y que tras su fallecimiento ‘‘va a reverdecer en el canto protestador de las nuevas generaciones cada vez que reclamen ante la injusticia y el dolor’’, expresó Mujica.

Por otra parte integrantes de varios movimientos feministas en Uruguay lamentaron hoy la muerte del escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien solía apoyar sus reivindicaciones, como la legalización del aborto y la participación de las mujeres en la política.

‘‘Hace pocos meses estaba en su jardín perfumado, atendiendo un puñado de jóvenes que se arracimaban a su verja solo para verlo, solo para escucharlo, y Eduardo, de bata, salía para reír con ellos, hacerles un cuento, regalarle un poquito de la magia que le sobraba’’, recordó la senadora uruguaya Constanza Moreira en un comunicado.

La senadora es considerada una referente de los temas de género en el Parlamento uruguayo, representando las reivindicaciones feministas en el Frente Amplio (FA), la coalición de izquierdas que gobierna Uruguay.

El secretario general electo de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, despidió con un ‘‘hasta siempre’’ a su compatriota el escritor Eduardo Galeano.

‘‘La utopía sirve para caminar- Un sentido ‘hasta siempre’ para quien fue un maestro de varias generaciones’’, escribió en su cuenta de twitter el ex canciller uruguayo, que asumirá como secretario general de la OEA el próximo 26 de mayo.

Otra de las voces que se pronunciaron tras el fallecimiento fue la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) destacó que el periodista y narrador uruguayo fue ‘‘portavoz de las causas más justas de la humanidad’’.

También ‘Residente’, el cantante de Calle 13, quien contó en su último disco contó con unos versos de introducción de Galeano, recordó ayer con un emotivo relato al escritor, al que señaló como uno de los ‘‘más grandes de Latinoamérica’’ y el único capaz de atraparle siendo ‘‘un niño con déficit de atención’’.

Así distintas personalidades, entre presidentes, artistas, entidades y lectores despidieron al escritor uruguayo que dejó sus ideas vivas en cada libro.