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El pasado lunes los barranquilleros conocieron el nombre de la nueva soberana para el Carnaval de 2015. Cristina Felfle Fernández de Castro se convierte ahora en la reina número 82 de la máxima fiesta barranquillera, desde que esta figura simbólica comenzara a ser elegida a principios del siglo pasado.

Desde entonces 14 familias de la ciudad de Barranquilla han tenido entre sus miembros a más de una mujer elegida para presidir las festividades en honor al Dios Momo. (ver infografía)

En el caso de Cristina Felfle, portar la corona es un acontecimiento que se ha dado otras dos veces entre sus familiares, ya que su madre Maribel Fernández de Castro y su abuela Lucía Ruiz Armenta fueron reinas en los años 1987 y 1955, respectivamente.

Lucía Ruiz Armenta, abuela de Cristina, recuerda cómo en 1955, con tan solo 17 años de edad, recibió la noticia que sería la reina de aquel año. 'En esa época era totalmente diferente, yo no me había presentado aún en sociedad, lo que en aquel entonces era una obligación, así que mi primer lanzamiento fue como reina del Carnaval'. Lucía se confiesa orgullosa de que otros cuatro miembros de su familia hayan sido elegidas para este mismo cargo que ella representó, ya que así 'se puede continuar con la tradición, se deja un recuerdo y va formándose una cadena'. Considera también que su familia 'siempre ha sido muy carnestoléndica' y que esta es la razón que influyó para que sus miembros femeninos hicieran parte de estas fiestas.

En esto concuerda su hija Maribel Fernández de Castro, madre de Cristina y reina del Carnaval de 1987. Ella explicó cómo el alcalde de la ciudad, Álvaro De La Espriella llamó a sus padres para comunicarles acerca de su decisión de elegir a Maribel como reina en diciembre de 1986. 'El nombramiento oficial fue el 7 de diciembre. McArthur, que fue el gran edecán de las reinas de mi década, se presentó en mi casa con una serenata'. El edecán al que Fernández de Castro hace referencia es Alcides López, mejor conocido como ‘El Capitán McArthur’, quien por más de 30 años fue el acompañante de las soberanas.

Maribel recuerda como su reinado fue el primero en el que se realizó la Lectura del Bando en horas de la noche, ya que anteriormente se hacía al mediodía, con un recorrido que iniciaba en la Sociedad de Mejoras Públicas y finalizaba en el Paseo Bolívar.

Dinastia Gerlein. Desde 1899 la familia Gerlein contaba con ancestros en la tradición carnavalera. Ese fue el año en el que doña Amira Comelín de Gerlein fue elegida como vicepresidenta de los festejos. En aquel entonces la figura de la reina no se había instaurado y las representantes eran conocidas como presidentas, hasta que en 1918 Alicia Lafaurie Roncallo fue designada como la primera reina del Carnaval de Barranquilla.

En 1988 Margarita Gerlein continuó con el legado iniciado por doña Amira Comelín, cuando por medio de una llamada de Miriam Llinás de Ovalle, alcaldesa de la época, se enteró que había sido elegida como reina; así como también lo serían en años posteriores, su hermana Liliana Gerlein en 1991; sus primas María Alicia Gerlein y Margarita Lora Gerlein en los años 1997 y 2003 respectivamente; y finalmente su hija, María Margarita Díazgranados Gerlein, quien fue elegida para presidir las festividades de este año. Para Margarita, el hecho de que en su familia tantas mujeres hayan ostentado el título de reina del Carnaval, es ante todo 'un compromiso con la ciudad y con sus habitantes', debido al peso de las tradiciones y el patrimonio que estas conllevan. 'Se trata de preservar y de continuar un legado, pero a la vez, de propiciar el disfrute de una fiesta para propios y visitantes', explicó la ex soberana.

Legado entre primas. Brigitte Abuchaibe fue la soberana de 1992, continuando así con el legado real iniciado por su prima Lucy Abuchaibe, quien fuese reina en 1965. Un par de años más tarde, a Brigitte la sucedería su prima Danitza Abuchaibe, reina del Carnaval de Barranquilla en 1994.

Brigitte fue nombrada por el alcalde Miguel Bolívar Acuña, ella cree que esto se debió a su desempeño como Capitana de Solteros del Club Campestre en 1991. Considera que el gusto que existe por ser reina en las diferentes familias, así como en la suya, se debe a los genes. 'Debe haber algo en la parte genética de uno que tiene que ver con la alegría, porque nos gusta mucho esto. Creo que hay ciertas cualidades que tenemos en común las personas de una misma familia', dijo Abuchaibe, quien también explicó como este deseo de llegar a ser reina ya empieza a manifestarse entre sus dos hijas gemelas de 14 años. 'Ya yo tengo una de las mías que dice: mami yo no sé cómo vas a hacer tu; pero yo voy a ser reina del Carnaval', concluyó ella.

Ser una reina. Según la investigadora Cultural Mirtha Buelvas, la figura de la reina cobra diferentes significados para los individuos según su participación en el Carnaval, ya que para ella durante estos festejos, la ciudad 'se vuelve monárquica', esto se debe a que 'hay muchas reinas que son muy importantes y significativas depende del contexto en el que estén. Puede ser la reina central, la reina popular, la reina de los barrios, la capitana, todas son figuras simbólicas que presiden la fiesta', planteó Buelvas.

Para Ana María Osorio, directora de comunicaciones de Carnaval de Barranquilla S.A., las soberanas se convierten en parte de la historia de la ciudad, ya que 'son siempre las reinas de los corazones barranquilleros', razón por la que 'ser reina del Carnaval es el máximo honor para una mujer de esta ciudad', ya que desde la Lectura del Bando se convierte en una autoridad folclórica.

Lucía Ruiz Armenta cree que el valor que la ciudad le da a sus reinas es por la labor que estas realizan con su trabajo, carisma y alegría para animar a su público, lo que, para ella, 'las hace inolvidables'. 'A las reinas de belleza las olvida la gente; pero a las reinas del Carnaval nadie la olvida, siempre las recuerdan', dijo la ex soberana de las fiestas de 1955.

Relevancia política. Según el semiólogo Harold Ballesteros, quien participó en la redacción del Dossier presentado a la Unesco para declarar al Carnaval de Barranquilla como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, la figura de la reina guarda también un significado de relevancia social y político para la familia de la soberana, así como para los otros grupos familiares de la élite con los que interactúan. 'Las familias compiten entre ellas al interior de un club social para determinar quién tiene el mayor poderío en un momento determinado. Anteriormente se medían los niveles de reconocimiento e incidencia de las familias y hoy se mide la influencia política', aseguró Ballesteros, y agregó que la reina elegida se convierte en 'la punta del iceberg que muestra la prosperidad de un sector. Ella se exhibe como la representante de una familia prestante que tiene peso al interior de la élite de la ciudad'.

Debido a la importancia que tiene la figura de la reina para la fiesta barranquillera, surge el interrogante: si no se elige una reina ¿habría Carnaval? Ante la duda, Harold Ballesteros opina que 'sí habría Carnaval, ya que su elección es un acto protocolario que le imprimen los organizadores del evento'. De igual forma considera que estas festividades son ante todo 'un estado mental' que van más allá de los desfiles realizados en la Vía 40, por lo que los individuos continuarían con las celebraciones en otros espacios. También cree que en el momento que esto llegase a ocurrir, 'se elegiría una reina popular y desde ese día la élite jamás podría volver a nombrar a una reina', concluye Ballesteros.

Las funciones de una reina

Carnaval de Barranquilla S.A., explica que una vez designada la Reina, esta institución organiza un plan y equipo de trabajo para ella con el fin de que pueda cumplir con la agenda de compromisos programados. La reina del Carnaval iza la bandera de los grupos folclóricos, visita los palacios de reina de reinas, es la vocera de la fiesta en medios de comunicación y de las misiones culturales nacionales e internacionales, también prepara las coreografías de su Bando y Coronación y preside los eventos de Carnaval que acontecen en Barranquilla y municipios del departamento del Atlántico.

Elección de la reina

En los primeros años de la fiesta se nombraba a un hombre con el título de Rey, luego se cambió por el de Presidente. Posteriormente las mujeres fueron las que lideraron la fiesta bajo los títulos de: capitanas, sultanas, presidentas y reinas.

En 1881 se eligió a José Enrique de la Rosa como el primer Rey del Carnaval, quien acepto su cargo con la condición de que se le llamará Rey, el lugar de presidente. De La Rosa también se encargó de acabar con la seriedad ceremonial con la que anteriormente se leía el Bando, ya que comenzó a recitarlos versos. A partir de 1915 cambió la tradición de elegir hombres para presidir las fiestas, ya que escogen a Élida de Castro como la primera presidenta.

En 1918 se nombró a la primera Reina del Carnaval, Alicia Lafaurie Roncallo. Desde 1949 la Junta del Carnaval designa anualmente una barranquillera para que en calidad de reina, presida la fiesta. Actualmente la elección la realiza Carnaval de Barranquilla S.A., cuya Junta Directiva está liderada por el alcalde de la ciudad.

Lo que se tiene en cuenta

Según información suministrada por Carnaval de Barranquilla S.A., para designar a la reina del Carnaval, la Junta Directiva toma en cuenta que la joven sea barranquillera de entre 20 y 25 años. Que sea estudiante universitaria o profesional. Debe ser amante del Carnaval con trayectoria o participación en la fiesta, de igual forma debe tener el acompañamiento y apoyo económico de sus padres, de igual forma debe tener disposición durante un año para cumplir los compromisos que su agenda dicte.

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