El hecho se produjo en unos trabajos en las vías del ferrocarril y fue escuchada a varios kilómetros de distancia.
El mundo entiende, hoy a 76 años de los juicios de Nuremberg, que no hay crimen que se pueda ocultar para siempre, que el poder no es eterno y que hay que estar siempre atentos porque sigue latente el extremismo y el odio, fuente de todo genocidio.
El hecho ocurrió en Honiara, lugar donde aún quedan enterrados miles de explosivos activos y sin detonar de ese periodo bélico.
El hecho ocurrió en Honiara, lugar donde aún quedan enterrados miles de explosivos activos y sin detonar de ese periodo bélico.
Cuando se volvieron a ver, Yulia y Rozalina Jaritonova, se fundieron en un fuerte abrazo, rodeadas de familiares suyos que no lograron contener las lágrimas, según unas imágenes divulgadas este viernes por el Ministerio ruso de Interior.