El reto, entonces, no es solo cerrar brechas, sino rediseñar la arquitectura del desarrollo desde una lógica más distribuida, participativa y basada en capacidades. Las regiones no son sinónimo de rezago: son el motor del futuro de Colombia.
Barranquilla es la esquina mejor ubicada de Latinoamérica para desarrollar un ‘Food hub’ logístico, con el fin de producir, transformar y proveer de alimentos a un círculo de 100 millones de personas que están a una distancia no mayor de cinco horas por vía marítima, aérea y terrestre de la ciudad.
Luego del exitoso foro de la Ocde, celebremos esta enriquecedora experiencia con la mirada puesta en el compromiso de convertir las ideas en acciones concretas.
En la Sala Bocas de Ceniza del Centro de Convenciones Puerta de Oro, se vivió el panel “De aprender a ganar: crear oportunidades para los jóvenes”, un espacio dedicado a debatir las causas, consecuencias y posibles soluciones al creciente número de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Poblaciones pequeñas de Colombia fueron resaltadas por su forma audaz de solucionar problemas.