La muerte que conmociona a pobladores de Majagual, en Sucre

Al conmemorarse el primer año de su muerte, sus familiares y vecinos decidieron hacer un plantón y para ello se tomaron, por algunos minutos la vía nacional de la Mojana a la altura de la vereda Ajenjible.

Su padre Édinson Manuel Povea y su hermana Dayana en diálogo con EL HERALDO dijeron que hace 365 días Arley no está con ellos y que su ausencia es notoria en cada momento y dolorosa al tener que escuchar a su hijo de 3 años llamarlo y preguntar dónde está y por qué no viene.

“La muerte de mi hijo me ha causado un dolor muy fuerte, me ha enfermado. Es un dolor que siente toda la familia y la comunidad que lo conocía y sabía que era un muchacho bueno, trabajador, no un delincuente y por eso su muerte no debió ocurrir”, anota el padre de Arley en medio de un diálogo cargado de dolor y en el que las palabras se entrecortan, pero suben de tono para pedir y pedir justicia.

Dayana, la hermana de Arley, ratifica que fue un patrullero de la Policía Nacional que trabajaba en la Estación del Municipio de Majagual el que disparó la tarde de aquel 5 de febrero cuando este se encontraba con un amigo cazando animales no con armas, sino con elementos elaborados en plástico duro, PVC, en un caño que lleva el mismo nombre de esa vereda.

En ese momento los dos patrulleros transitaban por la vía y al ver a los muchachos se detuvieron y estos, entre ellos Arley, se asustaron y emprendieron la huida. Fue en ese momento en el que uno de los uniformados accionó su arma de dotación y una de las balas alcanzó a Arley por la espalda y producto de ello falleció minutos después porque la bala lo atravesó.

Como testigo directo está el compañero de Arley y otro poblador de la zona que presenció los hechos que en su momento dio a conocer públicamente y que dieron pie para la primera de las manifestaciones de rechazo por este hecho en la plaza de Majagual.

“El caso (investigación) por la muerte de mi hermano no ha tenido muchos avances, lo han querido engavetar en el juzgado de Majagual, no hay avances, no ocurre nada. Los días sin mi hermano son llenos de tristeza, decepción y sin el consuelo por no haber justicia. Eso nos cambió la vida”, dice Dayana.

El proceso penal fue enviado a finales de octubre de 2021 --justo después de que el presidente Iván Duque y varios de su comitiva de gobierno se enteraran de los hechos por narración de la madre de la víctima-- a la Corte Suprema de Justicia para que dirima un conflicto de competencia. Es la segunda vez que este proceso va a esa instancia. La primera fue en junio, pero por un mal procedimiento, denunció la hermana de la víctima, lo devolvieron.

Será la Corte la que defina si el presunto autor de los hechos, es decir, el patrullero de la Policía Nacional, será procesado por la justicia ordinaria o por la Penal Militar. Mientras ello ocurre el uniformado sigue activo en su servicio a la Patria en otra unidad porque no ha sido vencido en juicio.

La familia de Arley asegura no estar satisfecha tampoco con los servicios de su abogado porque se sienten solos, “no es un abogado que está pendiente de las cosas, hay que estar pendiente de que envíe las cosas, los documentos”.

Anota la hermana de la víctima que solo los días posteriores a la visita del Presidente de la República a la zona y que fue aprovechado por su mamá para contarle lo ocurrido el proceso se movió, en adelante las cosas han seguido lentas, pero “nosotros nunca nos vamos a cansar de exigir justicia, justicia, justicia”.