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Sociedad

VIH en Colombia, entre la estigmatización y la accesibilidad

Según ONUSIDA en casi 200.000 colombianos conviven con el virus • Laboratorios Abbott lanzó su prueba casera de VIH llamada  ChecNOW™ HIV SELF TEST, aprobada por el MinSalud.

Lejos de consolidar una solución que logre erradicarlo del mundo, el VIH continúa siendo uno de los mayores riesgos de salud a los cuales se ve expuesta la humanidad. 

Por ello, la ciencia ha apostado por encontrar alternativas que positivamente suman esfuerzos para que cada vez más este virus sea considerado cosa del pasado. 

Y es que pese a las aproximaciones científicas que existían a mediados de los años 70 respecto a la circulación de este, fue solo hasta los 80 que el mundo conoció de forma masiva todas las implicaciones que contenía la posterior enfermedad.

Teniendo en cuenta las condiciones de la época, las sociedades daban sus primeros grandes pasos hacia la globalización y sumado a lo limitado que estaban los esquemas de salud pública, produjo que la carencia de herramientas y el desconocimiento de la problemática generará una gran serie de contagios.

Actualmente, el panorama ha cambiado y si bien es cierto que aún hay mucho por lo cual trabajar, no es ajeno a la conciencia colectiva de que el virus de la inmunodeficiencia humana, VIH, continúa consolidando uno de los mayores retos de salud pública para el mundo.

Aunque la enfermedad ya no es mortal como en principio, esta sigue representando grandes desafíos para los países. 

Según cifras del Fondo de Población de Naciones Unidas, Unfpa. En Colombia, se estima que son casi 200.000 personas con VIH, de ellas el 77,41 % son hombres, en edades que van desde los 25 hasta 34 años; Así mismo, el año pasado, por cada 3,4 casos en hombres, se reportó una mujer diagnosticada en el país. 

Un problema social que permanece

No obstante, más allá del contagio, que sin duda es el riesgo latente frente a este flagelo, a esta situación se le suman las dificultades relacionadas con la estigmatización y la accesibilidad a los diagnósticos y posteriormente a los tratamientos, situación que parece ser generalizada en todo mundo. 

Como parte del compromiso de ONUSIDA para canalizar cambios representativos que ayuden a mejorar las vías de acceso a una estabilidad en salud mientras se convive con el virus, que es lo que hasta hoy la ciencia permite, las metas se han fijado para el  2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS.

Estos han obtenido financiamiento públicos y privados para llevar a cabo investigaciones que permitan avanzar en la creación de medicamentos mayormente eficaces e incluso prototipos de vacunas para prevención o acción frente al virus.

Por otra parte, los estudios sobre el estigma y la discriminación de ONUSIDA determinan que así como el comportamiento de demanda de atención de salud, muestran que las personas que viven con el VIH perciben altos niveles de estigma relacionado con el VIH.  Estos seres tienen 2,4 veces más probabilidades de retrasar la inscripción en la atención médica hasta que están muy enfermos.

Y en ocho países con datos disponibles, pertenecientes al mundo anglo, más de una cuarta parte de las personas que viven con el VIH informaron que habían evitado acudir a una clínica local en los últimos 12 meses debido a su estado serológico respecto del VIH. Tales temores también desalientan la aceptación de los servicios de prevención y pruebas.

En entrevista con EL HERALDO, la psicóloga Brenda Gutierrez, mencionó que si bien el VIH es un virus con el que los seres humanos llevamos conviviendo hace poco menos de cinco decadas, aún existe mucha discriminación frente al tema.

“Indiscutiblemente salir positivo para VIH representa un temor sobrecogedor, y es que tanto para hombres como mujeres representa el final de la vida, aunque científicamente ya no sea así, y eso responde a ciertos acontecimientos históricos como claramente la época de boom de esta enfermedad en los años 80 y asociación directa con los homosexuales, además del desconocimiento total acrecentaron la brecha de discriminación y aún tenemos grandes sesgos al respecto”.

Gutierrez, fue precisa en comentar que realmente el tema del estigma referido a la enfermedad y la comunidad LGBT no es más que mito, y que la ciencia médica se ha encargado de comprobar que tanto hombre como mujeres son vulnerables, al igual que las parejas heterosexuales.

“Psicológicamente las implicaciones de estigmatización ante el VIH son diversificadas, y es que antes del comentario de la sociedad, este tema suele ser algo que se lleva en secreto y el paciente llega a enfrentarse primero a sí mismo, y claramente pasará por episodios de ansiedad, estrés y depresión. Posteriormente, hay que sumarle la necesidad de comunicar, porque dar positivo no es un tema de callar, sino que hay que optar por buscar la comprobación de un diagnóstico y según el resultado exponerse a un consenso clínico”. 

La psicóloga especializada en atención a población vulnerable concluyó diciendo que sin duda esta es una problemática social que requiere de la intervención educativa y comunicativa para romper los sesgos al respecto.

“Es muy curioso pensar en soluciones de discriminación de algo a lo que todos estamos expuestos, porque no solo es por medio de sexo, sino también por riesgos clinicos, pero sin duda el camino predilecto es la comunicación, hablar abiertamente del tema y enseñar al respecto”.

Consecuentemente, la interiorización de la estigmatización frente a la enfermedad toca todos los sectores, sin embargo, uno de los más complejos es el apartado laboral, en el cual, según las investigaciones de la (OIT), Organización Internacional para el Trabajo sitúan los siguientes resultados:

En una recolección de información que se hizo a más de 55.000 personas de 50 países diferentes, las opiniones variaron considerablemente entre las regiones. La tolerancia más baja hacia el trabajo directo con personas con VIH se encontró en Asia y el Pacífico, que sólo el 40 % dijo que se debería permitir a las personas que viven con el VIH trabajar con personas que no tienen el virus, y en Oriente Medio y el Norte de África, donde sólo el 42 % de los encuestados dijeron que se debería permitir a las personas el derecho al trabajo.

Ruta hacia la estigmatización

Ante la clara problemática de estigmatización las rutas de prevención y acción clínicas buscan fortalecerse y crear una serie de ejercicios de comunicación que brinden la oportunidad de que más personas puedan llevar una vida normal aún con el virus.

Carlos Álvarez, médico epidemiólogo, explicó que la enfermedad posee un buen pronóstico si se detecta a tiempo, sin embargo, en este último es donde se encuentra el inconveniente.

“Notablemente existe una disminución en las muertes por VIH en comparación con los años 90. Sin embargo, ahora que pasó la pandemia y comenzamos a ponernos al día con las pruebas diagnósticas nos dimos cuenta que los casos aumentaron en casi un 35 %, es decir, la gente entró en aislamiento, pero no dejó de tener sexo sin protección”. 

Sin embargo, Álvarez señala que existen avances significativos frente a la enfermedad. “Ahora bien, científicamente hemos logrado avances maravillosos, antes a un paciente de VIH le tocaba tomar casi que 20 pastillas diarias, hoy solo es una o lo puede cambiar por una inyección cada dos meses y está perfectamente, pero esto se consigue precisamente teniendo un diagnóstico oportuno”. 

Por su parte, Carlos González, médico y coordinador de proyectos de la organización Enterritorio’, comentó acerca de los verdaderos retos que representa el VIH.

“El verdadero reto frente al VIH no es su erradicación porque sabemos que para ellos aún nos faltan muchos años de estudios científicos, pero ahora nos enfrentamos a la falta de conciencia respecto a la necesidad de un diagnóstico oportuno”.

Así mismo, Gonzalez añadió que el sistema de salud colombiano brinda un acompañamiento completo a los pacientes diagnosticados con VIH, por lo que el dinero no es impedimento para acceder a los tratamientos. 

“Actualmente el sistema de salud colombiano posee cobertura total para las personas que dan positivo para VIH, es decir, que el Estado les brinda todas las garantías para que puedan acceder al tratamiento y llevar una vida normal”.

En busca de brindar mayor accesibilidad a las pruebas diagnósticas, el laboratorio Abbott  lanzó su prueba casera de VIH llamada, CheckNOW™ HIV SELF TEST, la cual fue aprobada por el MinSalud y se disribuyeron 14.000 de estos test para hacer un piloto en el país. 

Álvaro Rojas, director regional de Abbott, explicó que el objetivo final de esta prueba es permitir el acceso a un diagnóstico a tiempo. 

“La intención final con esta prueba casera no es otra que aumentar la oferta y llegar al consumidor final, y que este pueda tener acceso a un resultado oportuno, además que va a apoyar un montón al sistema de salud pública, porque será de venta libre”.

Finalmente, Álvaro Rojas mencionó que el método de uso de esta prueba es muy sencillo, viene en un paquete individual de sellado en el que trae la lanceta retráctil de un solo uso y el dosificador de la prueba que a los 15 minutos exactos da el resultado.

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