El Heraldo
Jorge Oñate, cantante.
Sociedad

Seguidores de Jorge Oñate respondieron al llamado de sus familiares

Fue intervenido nuevamente a causa de una pancreatitis. Se requirieron donaciones de varias pintas de sangre.

Desde su traslado a Medellín el pasado martes, el estado de salud del ‘Jilguero de América’, Jorge Oñate, ha venido decayendo. Sin embargo, su fanaticada no se cansa de orar y a través de redes sociales convirtieron en tendencia la etiqueta #FuerzaOñate.

Y no es para menos, debido a que la noche de este jueves debió ser intervenido quirúrgicamente debido a los problemas de líquidos biliares que permanecían alojados en el estómago, a causa de una pancreatitis.

“Al maestro le hicieron una cirugía que consistió en un lavado y drenaje, y presentó una complicación que fue una hemorragia, por lo que sus familiares y equipo de trabajo iniciamos por las redes sociales una campaña de donación de sangre con personas que preferiblemente residan en Medellín. Por fortuna se han movido muchos al banco de sangre del Hospital Pablo Tobón Uribe”, explicó en diálogo con EL HERALDO su mánager José ‘el Mono’ Romero.

Este medio conoció que el intérprete de Amalaya fue sometido a una resonancia magnética y se descartó que tuviera daños neurológicos, una noticia muy alentadora.

El maestro ha soportado una primera  intervención quirúrgica y luego dos  más  exploratorias para encontrar el origen del sangrado constante. Se determinó que tuvo una pancreatitis severa, peritonitis y las plaquetas tienden a la baja.

 

Varias personas donaron este viernes sangre en Medellín.

Radiografía sobre su estado de salud

Oñate ya completa 40 días de estar luchando por su vida. Desde el 18 de enero ‘El Ruiseñor del Cesar’ ingresó al Instituto Cardiovascular del Cesar con una infección respiratoria aguda que posteriormente se convirtió en síntomas de covid-19 que le generaron graves patologías.

El 10 de febrero el Instituto Cardiovascular del Cesar reportó que el artista había superado el coronavirus. Dos días después comenzó a dar muestra de mejoría y logró parpadear. El domingo 21 de febrero todo estaba listo para intervenirlo por una pancreatitis sufrida hace algunos días, pero el cuerpo médico optó por cambiar los medicamentos que ayudaran a mejorar la crisis. Fue sólo hasta el pasado martes cuando se tomó la decisión de trasladarlo a la UCI del Hospital Pablo Tobón Uribe, donde hasta al cierre de esta edición permanecía en estado crítico.

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