Mitos y verdades en la alimentación de perros y gatos
EL HERALDO consultó expertos en nutrición animal quienes entregaron recomendaciones a los cuidadores. Algunos alimentos son letales.
Son muchos los interrogantes que existen alrededor de la alimentación ideal que deben tener los perros y gatos. Los cuidadores de este tipo de animales en muchas ocasiones se inclinan por basar la dieta de sus mascotas en algún tipo de concentrado, otros optan por hacerla más variada y algunos simplemente la adaptan a la del resto de la familia.
También algunos desconocen cuántas veces al día deben alimentarlos para mantenerlos en óptimas condiciones físicas.
Para ofrecerle a sus mascotas una buena nutrición es importante que los cuidadores sean conscientes de la calidad de los alimentos que les suministran y asimismo del efecto que estos pueden tener en su organismo. Algunas familias han acostumbrado a sus amigos fieles a consumir pan, snacks o algún tipo de galletas y lácteos que pueden causarles mucho daño.
EL HERALDO consultó a expertos en nutrición animal para conocer a fondo las verdades y mitos que existen sobre este tema.
Javi Martínez, médico veterinario experto en nutrición animal, indicó que la alimentación depende mucho del tamaño del animal, y que inicialmente se pensó que para perros y gatos lo ideal era alimentarlos una sola vez al día, pero eso ha sido reconsiderado.
“Los animales pequeños se deben alimentar mínimo tres veces al día, porque los menores a 10 kilogramos de peso comienzan a sufrir de hipoglicemia, se les bajan los niveles de azúcar muy fácilmente porque tienen un periodo de vacío gástrico rápido; entonces, si pasan ayunos muy prolongados se les baja el azúcar, pueden convulsionar o desmayarse”.
El profesional agrega que independientemente del tamaño, lo ideal es alimentarlos dos o tres veces al día. “Si ellos solo comen una sola vez se les genera gastritis y comienzan a producir vómitos amarillentos y espumosos en la mañana. En perros de gran tamaño o medianos, lo ideal son solo dos veces”.
Martínez explica que tanto perros como gatos son carnívoros por excelencia, por lo que la base de su alimentación son proteínas y grasas de origen animal en mayor proporción, pero también pueden consumir cereales, verduras y algunas frutas. Lo ideal es que el 99 % de su dieta esté basada en proteínas y el otro 1 % sean carbohidratos, sobre todo la papa.
“Es falso que si tienen problemas renales, la proteína sea mala para su dieta. Todo carnívoro necesita proteínas para mantener sus músculos y la recuperación de sus órganos”, agregó.
A diferencia de los perros, los gatos nunca podrían ser vegetarianos o veganos. Los felinos toman como fuente de energía principal las proteínas y necesitan mayores cantidades de estas que las que necesitan los perros. La carne no es solo fuente de proteínas, sino que también aporta tres nutrientes esenciales para los gatos: la taurina (para el corazón y la vista), el ácido araquidónico (para la salud de la piel y el pelaje) y la vitamina A (para el pelaje y la vista).
Martínez recomendó cocinarles galletas a base de avena, zanahoria, bananos o bañadas en caldo de pollo, de carne o con sabor a verdura.
Carlos Cifuentes, médico veterinario y vocero de Pet Food Institute Colombia, se refirió a algunos alimentos que por nada del mundo se le deben dar. “Dentro de los alimentos prohibidos para las mascotas tenemos un gran número, empezando por el chocolate, este tiene una sustancia tóxica que ni perros ni gatos pueden metabolizar y que los puede intoxicar, genera signos gastrointestinales, tales como vómito y diarrea; luego deshidratación y muchas veces signos neurológicos como convulsiones que pueden llevar a la muerte”.
También invitó a no darles café o té o huevos crudos, debido a que algunas veces producen baja en vitamina B, afectando así el pelo y la piel.
Resaltó que los chicles tienen una sustancia que va a disminuir la glucemia en la sangre, produciendo desmayos, debilidad muscular o convulsiones.
“La uva está prohibida, les puede producir daños renales y pueden morir. La macadamia también les causa daño en el sistema nervioso, el alcohol está prohibido porque les genera deshidrataciones severas. El ajo y la cebolla están contraindicados porque les genera anemia”.
Cifuentes sostuvo que en Colombia han detectado que la ahuyama tiene un compuesto que les puede generar efectos epilépticos, también a nivel de riñón e hígado.
También prohíbe algunos snack como papas fritas o chitos, debido a que estos afectan el hígado y la parte digestiva, generando un cúmulo de gases.
Advierte que el pan es peligroso para estos porque los lleva a padecer obesidad, diabetes e hipertensión. “Con las sopas pasa lo mismo, cada vez que se le vaya a dar un nuevo alimento es necesario consultarlo con el médico veterinario. Cuando consumen mucho concentrado su intestino se torna muy frágil y perezoso”.
En el imaginario de las personas está que los gatos deben ser alimentados con leche, esto debido a muchas series y caricaturas en las que se les observa tomar este líquido, por lo que terminan optando por implementar este producto como base de su alimentación, lo cual es erróneo.
“La leche no tiene un valor nutricional real en el felino, se debe mirar la composición de la leche, porque todos los mamíferos después de dejar la lactancia, a los tres días pierden la encima que en este caso es la lactosa, esta es una encima que se demora mínimo ocho días para producirse, lo que puede ocasionar diarreas. Lo recomendable es que en vez de leche, se les de yogurt, porque este contiene niveles adecuados de cafeína que ayudan al desarrollo de masa muscular”.
Finalmente, señaló que los gatos tienen una característica y es que son neofóbicos, es decir, no les gustan los sabores nuevos. “Lo ideal es que desde que estén pequeños se les haga la adaptación alimenticia”.
