El Heraldo
Jhonny Olviares
Sociedad

“Mi vida es un permanente salto de fe”, Juan C. Bendetti

El chef cartagenero recibió el premio ‘Miradas Internacional’, galardón que destaca los mejores restaurantes de Latinoamérica. 

Aunque muchas son las cosas que Juan Camilo Benedetti ha aprendido con el paso de los años, sin duda la más valiosa para él ha sido el amor por la cocina, un gusto y talento que heredó de su abuela paterna, Gloria de Benedetti.

Ella con una sazón exquisita, esa que solo las abuelas pueden tener, logró no solo cautivar la atención de su nieto, sino que fue capaz de conducirlo correctamente por el camino que se convertiría en su propósito de vida: Alimentar desde el corazón.

Entre los recuerdos más claros que posee Benedetti se destaca la increíble forma de ambientar de su abuela Gloria, además de llenar de color y alegría los espacios.

“Mi infancia y adolescencia transcurrió con normalidad. Sin embargo, tuve la fortuna de crecer en la casa de mi abuela en Cartagena, tanto mi papá como mi mamá trabajaban, así que la mayor parte del tiempo la pasaba con mi abuela Gloria, quien amaba la cocina. Yo era feliz cada tarde que podía entrar con ella y acompañarla, y poco a poco ella se percató de mi interés y supongo que por mi fascinación comenzó a enseñarme cosas”.

Durante la entrevista concedida a EL HERALDO, y mientras recordaba los platos que más disfrutaba en su infancia, Benedetti hizo una aclaración quizá un poco propia del Caribe, y es que: “No es porque sea mi abuela, pero su sazón era exquisita”.

“Pensar en la cocina de mi abuela me llena de muchos recuerdos, y si bien todos eran ricos, sí que hay platos que me marcaron más que otros, las paellas, el arroz con pollo al curry, los postres, además la forma en que preparaba cada plato era única”.

Sin embargo, en medio de la gran cantidad de platillos que Benedetti pudo recordar de Doña Gloria, hubo uno en particular que saltó a su memoria.

“Dentro de todo lo que podía cocinar mi abuela, siempre hubo un plato que me fascinaba, ella lo llamaba ‘Arroz sepultado’. Yo, en mis años de cocina, nunca lo he conocido en un restaurante formal, pero esa mezcla en molde de arroz, salsa, champiñones y queso al horno, ha quedado conservado permanentemente en mi memoria y mi paladar”.

Un salto de fe

De los años en casa de su abuela Benedetti siempre se queda con los mejores recuerdos, no obstante, pasado el tiempo llegó la hora de mudarse hacia la capital del país para profesionalizarse.

En una edad joven llega a Bogotá e inicia sus estudios regulares para convertirse en administrador de empresas, esto sin saber que la vida le pondría una pausa para guiarlo al lugar correcto.

Al llegar al segundo semestre, Juan Camilo Benedetti comienza a sentirse incómodo con lo que estaba estudiando, por lo que de un impulso decide salirse de la universidad y perseguir su sueño, ser chef.

“Cuando ingreso a la universidad me sentía incómodo estudiando administración, nada me parecía interesante, y cuando llegué al segundo semestre decidí hacer lo que realmente quería, estudiar gastronomía, y cuando lo hice todo fue diferente, me encantaba cada cosa nueva que aprendía e intentaba esforzarme por superarme a mí mismo a diario”.

Luego de superar con éxito todos sus semestres en la escuela de cocina, Juan Camilo logra destacarse tanto en sus clases que uno de sus profesores, el chef Harry Sasson, lo invita a trabajar en uno de sus restaurantes, donde dio sus pinitos como cocinero.

“La experiencia con Harry fue maravillosa, fue mi primer empleo y aprendí muchísimo. Luego de allí salgo del país y me fui a trabajar a Argentina, Cartagena, en Bogotá, donde me terminé de formar”.

Sin embargo, luego de pasar varios años en la cocina de otros chef, a Benedetti se le presenta la oportunidad de crear un espacio propio en el cual poder construir su marca personal.

“Yo creo que a todos nos pasa que llega un momento en el que se nos hace necesario encontrar nuestro lugar ideal. En eso, Felipe, quien actualmente es mi socio me plantea la propuesta de crear un Steakhouse, y nos sentamos a conversarlo,  todo fluyó, y hasta hoy hemos creado un lugar del cual nos sentimos orgullosos”.

Con su restaurante, Miura, ya llevan nueve años en el mercado, los mismos que lleva viviendo en Barranquilla, y con este han sido reconocidos recientemente, ganando el premio ‘Miradas internacional’, siendo elegido como el mejor restaurante de steakhouse de Latinoamérica.

“Muchas personas siempre preguntan por la clave del éxito, pero para mi no hay ningún secreto más allá que saltar en fe, y creo que mi vida siempre ha sido eso, un salto de fe. Desde el primer puesto de crepes que puse al frente de una cancha de sóftbol, hasta el hecho de irme para Bogotá y salirme de Administración; hasta arriesgarnos a crear el restaurante, todo ha valido la pena. Hoy recibimos la recompensa de todo ese esfuerzo de años”.

Lo esencial de la vida

Sin embargo, detrás de todo lo despampanante del éxito que ha obtenido en sus proyectos, para Juan Camilo siempre hay espacio para lo esencial, su familia.

“Hace ya unos años me enamoré de una barranquillera, Valerie Senior, con la cual hoy somos padres de cuatro hijos, y aunque por ocasiones se hace complicado compartir el tiempo necesario con ellos, me he propuesto fielmente apartar cada domingo para pasarlo en familia”. 

Juan Camilo Benedetti con su esposa y sus cuatro hijos disfrutando en familia. Johnny Olivares
Presentación de cocina en vivo en la premiación de ‘Miradas 2022’ en Lima, Perú. Johnny Olivares
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