McCausland, un cronista ligado íntimamente a la música
Sus entrevistas a figuras como Diomedes Díaz, Joe Arroyo o La Niña Emilia se convirtieron en unos clásicos. Era amante del vallenato, el Roc y la música Country, géneros que exploró a fondo.
La música también jugó un papel determinante en la carrera profesional de Ernesto McCausland Sojo, no en vano algunas de sus entrevistas más recordadas tienen como protagonistas a personajes como: Diomedes Díaz, Joe Arroyo o La Niña Emilia.
A través de esas charlas tan amenas, desprovistas de cualquier interés distinto al querer mostrar la chispa y el entorno natural de estas celebridades, Ernesto con sus preguntas logró bajarlos del Olimpo, para mostrarlos como seres de carne y hueso.
Frases icónicas como: “No sé Ernesto, no sé”, lanzada por el ídolo de la música vallenata Diomedes Díaz, que con el pasar de los años terminó convertida en meme, hizo que la popularidad de McCausland también se disparara, mostrándolo como el periodista que al abordar temas tan naturales como la muerte, logró desnudar los temores de ‘el Cacique de La Junta’, en una entrevista que el artista más vendedor de la música vallenata le concedió en 1991 en los estudios de Sony Music en Bogotá.
La original respuesta que Joe Arroyo le dio en los estudios de Discos Fuentes en 1989 en Medellín sobre el porqué prefería la noche para grabar sus álbumes, es otra de las joyas que logró colgarse en el pecho.
“La noche es más tranquila, el tonelaje de los carros baja bastante, ese es mi concepto, tal vez sea una locura…”, le confesó ‘el Centurión de la Noche’, a quien posteriormente dirigiría para el videoclip de la canción Sabré olvidar, donde Joe aparece vestido de marinero.
Pero no solo los hombres fueron sus entrevistados, también estuvo La Niña Emilia. La cantadora de bullerengue, en junio de 1989, le concedió una entrevista en su casa, ubicada en Evitar, Bolívar, en la que le dio rienda suelta a su locuacidad, buen sentido del humor y talento musical. En esa entrevista a Emilia se le recuerda por aparecer en una mecedora con gafas oscuras explicando que el tema El pájaro picón tenía que ver con los genitales de sus padres y que Irene Martínez se la robó.
Ana Milena Londoño, quien fue su esposa, afirmó que Ernesto vivía escuchando música en la casa, en el carro, en el avión, donde quiera que fuera sacaba sus audífonos y viajaba entre notas por el mundo, especialmente del Vallenato, Rock y la Música Country, sus géneros favoritos.
Londoño hizo un Top cinco de las canciones favoritas del recordado cronista: “En primer lugar está Margaritaville de Jimmy Buffett; We Are The Champions de Queen, que era un himno para él, esa canción lo acompañó en muchos momentos de lucha; La casa, de los Hermanos Zuleta; Esos ojos negros, de Diomedes Díaz, esa fue la primera canción que bailamos y Noche sin Lucero, la versión de Carlos Vives”.
El periodista y escritor Fausto Pérez, quien fue su compañero en la redacción de esta Casa Editorial, destacó que su pasión por el vallenato lo llevó a entrevistar a todos los juglares. “A través de sus crónicas tanto impresas como televisivas, fue un gran difusor musical, gracias a él se conocieron cómo nacieron varios éxitos, la forma en cómo se inspiraban los compositores, cómo llegaban a las grabaciones. La banda sonora de este país está solidificada en la difusión gracias a ese trabajo de Ernesto McCausland como contador de historias”.
Hernando ‘Cachaco’ Correa, todo un melómano y amigo del cronista, anotó que era una persona muy profunda en todo lo que hacía, incluso cuando abordaba temas musicales. “De las crónicas de Mundo Costeño, que más disfruté fueron las de los Zuleta, por haber podido reunir al viejo Mile con Emilianito, Poncho y todos los integrantes de esta extraordinaria familia musical. La de Diomedes Díaz también es recordada por esa magistral forma de entrevistarlo y permitirle responder de la forma tan jocosa y espontánea como lo hizo, y que hoy es de los videos más virales”.
