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El corazón del Carnaval está en el Río Grande de la Magdalena. Y bajo esa premisa se realizó este jueves la edición 18 de La Noche del Río, que rindió homenaje a los bailes cantados.

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Centenares de amantes del folclor y la tradición se deleitaron con grupos folclóricos de la talla de Anónima y Resilientes de Bolívar, Eco de Tambó de San Juan de Urabá, Las Alegres Ambulancias de San Basilio de Palenque, Nelda Piña y sus Tambores de Gamero, Raza y Folclor de Barranquilla, Grilbin Saéz y su Golpe Malibú de Barranco de Loba, Pajarito de Robles de Bolívar, Los Alegres de Tapegua de Tenerife, Magdalena, y Rebolú que vienen procedentes de Nueva York.

El show empezó con una presentación de la danza de los coyongos, piedra angular de esta noche pues es la danza homenajeada por los 18 años de La Noche del Río.

Los primeros en subirse a la tarima fueron los miembros de la agrupación Pajarito de Robles, oriundos de este corregimiento del Guamo, Bolívar, con su cantador Rodrigo Rosellón.

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Seguidamente, Los Alegres de Tapegua de Tenerife, Magdalena, fueron los encargados con su show tradicional y la voz de Maziminio Charris los que pusieron a bailar a los carnavaleros.

Luego, el público abrazó a los suyos y al son de Raza y Folclor, los representantes de Barranquilla en esta Noche del Río, gozaron con su repertorio.

Así, una a una de las agrupaciones iban subiendo a la tarima ubicada cerca de La Aduana para demostrar la importancia de los bailes cantados en el corazón del Carnaval.