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Sociedad

Lactancia materna, el “acto de amor” que da vida

La OMS recomienda que los bebés sean amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de vida.

Como un “triunfo” califica el hecho de lograr darle seno a su recién nacido. Hoy para ella es motivo de felicidad, pero seis años atrás la historia fue otra. 

Con su primogénita, Lorena Ramos había vivido un calvario. Era tormentoso amamantar a su pequeña por dificultades al momento del agarre. La leche que producía y que su bebé no podía recibir, se acumulaba y generaba inflamaciones y dolores en su pecho. Esto le provocó una mastitis.

“Mis pezones eran planos, a mi primera hija se le dificultaba agarrar. Me hacían trabajos manuales, con chupos de silicona y no me funcionaba. Terminé teniendo la mastitis, la leche que no salía se terminó convirtiendo en masa, y llegó el momento donde se puso muy dura y me provocó un absceso mamario”, narra la mujer.

Tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para drenarla. Fue una experiencia “horrible”, según Ramos. Al no poder amamantar a su pequeña, debía extraerse manualmente la leche y mantenerla en teteros para alimentarla y acompañar su dieta con leche de fórmula.

El temor de que se repitiera la misma situación con su segundo hijo estaba latente, y así pasó. Con su recién nacido, que está próximo a cumplir su primer mes de vida, decidió recurrir a un extractor eléctrico. El líquido que lograba sacar lo envasaba en teteros que mantenía refrigerados todo el tiempo.

“Llegó un momento en el que dije ‘esto no puede seguir así’. Comencé, me dediqué, le puse empeño y mucha paciencia. Empecé a practicar y a ponerlo en mi pecho hasta que logró agarrar. Hoy ya toma seno”. 

Esta madre barranquillera hoy comparte su historia y se une a la celebración de la Semana de la Lactancia Materna (promovido por la ONU y UNICEF) que se extiende hasta el 8 de agosto.

 

Desde la medicina

El perinatólogo Miguel Parra, resaltó lo valiosa que es la práctica de amamantar. Cuenta que al momento del nacimiento uno de los beneficios más importantes es el vínculo madre-hijo, y a través de la lactancia se puede fortalecer.

“No existe ninguna leche artificial que se le acerque medianamente a lo que es la leche materna que tiene unos componentes específicos para cada bebé, incluso si es prematuro”, asevera el profesional de la salud.

En forma de advertencia, manifiesta que el riesgo de muerte súbita en el primer año de vida es mucho menor en los bebés que se alimentan con lactancia materna que con leche artificial o leche de fórmula.

A su vez, anota que los niños que no se consumen adecuadamente este alimento natural pueden desarrollar problemas como infecciones en su tracto intestinal, porque la leche materna tiene anticuerpos que le ayudan a manejar mejor las infecciones virales y la diarrea, que son frecuentes. 

Estudios científicos han demostrado que, a largo plazo, los bebés que se alimentan con fórmulas tienen más riesgo de sufrir hiperactividad, ansiedad o depresión. Además, en términos de neurodesarrollo también puede tener algún impacto.

“Las proteínas que componen la leche materna son las inmunoglobulinas y tienen las calorías en el volumen que el bebé necesita. El calostro que es la primera leche suele tener un color amarillento, y aunque da impresión, esta es fundamental ya que contiene antibióticos naturales y es rica en anticuerpos”, advierte Parra.

 

“Hay que intentar por todos los medios posibles para que las mamitas lacten. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud y de la Academia Americana de Pediatría y de todas las sociedades, es que la alimentación exclusiva debe ser hasta los primeros seis meses de vida por lo menos, después se debe iniciar con el proceso de introducir lentamente los alimentos”, relata.

Por su parte, el pediatra Jorge Mendoza, aseguró que hay varias fases de la lactancia. El experto explicó el calostro, que sale entre los tres y cinco días de haber dado a luz, tiene muchas propiedades.

Posteriormente, viene la leche de transición cuya función es fortalecer órganos sensoriales como la visión o el olfato. Luego llega la leche madura, que permite al bebé ganar peso y contribuye al desarrollo de su sistema nervioso.

“Cuando a las mujeres se les dificulta amamantar generalmente es por una técnica inadecuada en razón de que esta no tiene la destreza. Si entendemos que la lactancia es un acto de amor que garantiza la supervivencia de esa nueva vida entenderemos que ninguna madre lo quiere hacer mal”.

Considera que este tema se debe socializar para dar a conocer las técnicas adecuadas y evitar complicaciones como la mastitis o el agrietamiento de los pezones.

Mendoza destaca que un elemento fundamental para la producción en abundancia es la buena alimentación e hidratación. “Es prudente recordar que más allá de que el estado nutricional de la materna no sea tan bueno, a pesar de eso, está en capacidad de producir una leche materna de excelente calidad, siempre y cuando esté lo suficientemente hidratada”.

Una de las recomendaciones del pediatra es que se debería amamantar hasta los dos años, pero durante los primeros seis meses debería ser de carácter obligatorio la lactancia materna exclusiva

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