Arte, familia y fútbol: así se vive la fiesta tricolor
Los Hernández Guardiola verán el partido en casa. Gabriel Kuperman lo vivirá desde el trabajo, mientras que comerciantes reactivan su economía.
Mientras rueda la pelota en el ‘Metro’, los barranquilleros se preparan para vivir la fiesta tricolor. La familia Hernández Guardiola, por ejemplo, espera el pitazo inicial para acomodarse en el sofá de la sala, subirle el volumen al picó y escuchar la narración del partido.
Por su parte, el argentino Gabriel Kuperman vivirá el atractivo encuentro desde su restaurante, aguardando por los goles de Lionel Messi.
Los artesanos y comerciantes de la Galería 72, en Barranquilla, también viven las horas y días previos al partido de la Selección Colombia con mucha ilusión. Para ellos, el fútbol es sinónimo de pasión, pero más aún de sustento. Los productos que comercializan son diseñados y elaborados por colombianos que tejen y viven del arte.
En el mismo sector, los compradores se acercan para adquirir los artículos. Su motivación es apoyar la economía local y adquirir todo tipo de artesanías novedosas que giran en torno a los colores amarillo, azul y rojo.
De esta forma, la fiebre tricolor sube y se toma ‘La Arenosa’.

Nairo Castillo llevaba 11 años sin venir a Barranquilla. Casualmente, lo encontramos haciendo sus compras en la Galería de la 72.
El hombre que vive en Nueva York hace más de 40 años junto a su familia quedó gratamente sorprendido de cómo ha avanzado la ciudad en materia de infraestructura. También de la gran variedad de servicios y productos que se ofrecen al público en la ciudad.
Afirma que “no puede irse de ‘La Arenosa''' sin adquirir algunos artículos y llevarlos a sus familiares en Estados Unidos.
“Yo compro todo tipo de artículos típicos colombianos para llevarles a la familia. Esto es un recordatorio de donde provienen ellos también. Mis hijos nacieron en Estados Unidos, pero siempre mantenemos las raíces colombianas”, dijo a EL HERALDO el oriundo de Manatí, Atlántico.
Para Castillo es algo “primordial apoyar al comercio local y las artesanías”, así que se lleva para tierras norteamericanas una hamaca con los colores de la bandera colombiana y unos tapabocas estampados de la Selección.
José Barraza también se acercó al lugar para comprar dos camisetas, una para su hija y una para él. También se llevó una alcancía con la forma de la casaca colombiana. “Me gusta comprar todo el uniforme como si fuera a jugar. Yo cambio la comida por el fútbol y tengo todas las camisetas de la Selección”.

Rosa María Pedrozo y Carlos Mendoza esperan con ansias los partidos de la Selección Colombia. Al igual que la mayoría de los colombianos, los encuentros mundialistas generan en ellos sentimientos de alegría por el ambiente futbolero que se vive en la ciudad.
Sin embargo, más que una pasión por el juego, su ilusión es que turistas y barranquilleros se paseen por las calles de la calle 72 con 46 para comprar los productos que desde sus puestos ofrecen.
“Aquí la camiseta y los productos de la Selección están los 365 días del año, siempre se encuentran porque los turistas llegan mucho. Antes, esto se llenaba de gente cuando iba a jugar Colombia, pero ya no es lo mismo”, detalló Rosa María.
El comerciante Carlos Mendoza cuenta que durante la pandemia aprovechó para incursionar en la virtualidad y seguir enviando artesanías a domicilio. Reiteró que esta fue una alternativa de venta, pero que espera seguir reactivando su economía en vísperas de los juegos de la Selección Colombia.
“Aquí se hacen todo tipo de cosas alusivas a la Selección, desde caretas de marimonda hasta tapabocas, alcancías, manillas y vasitos personalizados”. Rosa y Carlos esperan que sus negocios también se contagien de la fiebre tricolor.


La familia Hernández Guardiola está a la espera del encuentro entre Colombia y Argentina. Quieren vivirlo con alegría y entusiasmo, pero también con responsabilidad y mucho autocuidado, así que decidieron no salir de casa y verlo desde el sofá de la sala.
Se las ingeniaron para hacer su propia tribuna en su residencia ubicada en el barrio Conidec, en Barranquilla.
“Estamos preparándonos para ver hoy el partido y esperamos que gane Colombia. Voy a preparar una sopa trifásica, mientras llegan mis hijos en la noche para vivirlo en familia, con todos los protocolos de bioseguridad”, expresó Merly Guardiola.
Tanto ella, como su esposo Rubén Darío Hernández son coleccionistas de artículos de la Selección. Unos de ellos son los VHS mundialistas que se dieron en una edición especial de EL HERALDO.
“Desafortunadamente, los tiempos no son los mismos, pero nosotros vamos a vivir el partido con mucho entusiasmo y alegría porque es importante mandarle nuestra energía a los jugadores”, dijo Rubén.

Gabriel Kuperman es de Buenos Aires, Argentina. En 1987 llegó a Colombia, años después conoció a su esposa y tuvo tres hijos con ella. El argentino trajo a Barranquilla su pasión por los asados y creó el restaurante Che Boludo.
“Para nosotros el asado es motivo de reunión y cuando nos encontramos cuatro personas en Colombia pensamos más bien en qué nos vamos a tomar, pero en Argentina es qué nos vamos a comer. Así como ustedes hacen el sancocho en una integración familiar, nosotros hacemos el asado”.
Confiesa que aunque su amor por la Selección Argentina va “hasta la muerte”, a veces prefiere empatar.
”Yo soy argentino y mis hijos son colombianos, aunque tengo una hija que es hincha de Argentina. Yo siempre pido ganar, pero pienso que si empatamos me evito un problema. Es difícil tener familia colombiana un día como hoy”, puntualizó.
Cuenta, además, que el partido lo vivirá desde su restaurante y espera que sus clientes lleguen para disfrutarlo y para que degusten de una buena parrillada.