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Mientras rueda la pelota en el ‘Metro’, los barranquilleros se preparan para vivir la fiesta tricolor. La familia Hernández Guardiola, por ejemplo, espera el pitazo inicial para acomodarse en el sofá de la sala, subirle el volumen al picó y escuchar la narración del partido.

Por su parte, el argentino Gabriel Kuperman vivirá el atractivo encuentro desde su restaurante, aguardando por los goles de Lionel Messi.

Los artesanos y comerciantes de la Galería 72, en Barranquilla, también viven las horas y días previos al partido de la Selección Colombia con mucha ilusión. Para ellos, el fútbol es sinónimo de pasión, pero más aún de sustento. Los productos que comercializan son diseñados y elaborados por colombianos que tejen y viven del arte.

En el mismo sector, los compradores se acercan para adquirir los artículos. Su motivación es apoyar la economía local y adquirir todo tipo de artesanías novedosas que giran en torno a los colores amarillo, azul y rojo.

De esta forma, la fiebre tricolor sube y se toma ‘La Arenosa’.