Juan David Carrillo, de 23 años, se reúne a orar, como acostumbra desde hace muchos años, con su familia; pero con una diferencia: desde hace unas semanas su hogar se convirtió en su único templo y espacio para profesar la religión católica.
Él, como muchos feligreses, se sienta en la sala de su casa casi todos los días a escuchar y a participar en las transmisiones en vivo de las eucaristías de la Parroquia Santa Rita de Cascia, ubicada en Sabanagrande, municipio en el que se mantiene confinado con sus padres y sus dos hermanos desde que comenzó la propagación del nuevo coronavirus.
'Nos disponemos a escuchar la palabra de Dios poniendo el computador en la mesa y conectándolo al equipo de sonido. Realmente hacemos que nuestra sala sea un espacio de celebración. La iglesia nos ha insistido mucho en que en este tiempo, en el que no podemos ir al templo parroquial, realmente nos sintamos y vivamos como iglesia doméstica', cuenta.
Juan es consciente, según dice, que esta es la respuesta de las iglesias ante la crisis sanitaria actual, pero a la vez guarda la esperanza de que pronto la participación sea nuevamente a través de la congregación en los templos parroquiales.
En la actualidad todas las parroquias, según informa la Arquidiócesis de Barranquilla, están transmitiendo sus eucaristías, rosarios, cursos bíblicos y demás encuentros a través de sus redes sociales. Cabe destacar que el anuncio de estas celebraciones, ahora catalogadas también como eventos virtuales, se pueden encontrar en la cuenta de Instagram @arquidiocesisbq a diario.
Sobre lo anterior, el padre de la Parroquia Nuestra Señora de la Luz, Jaider Lázaro, reiteró que la pandemia ha hecho que las iglesias piensen en las tecnologías como un escenario para divulgar la palabra de Dios, pues lo acostumbrado es que sea cara a cara en encuentros cercanos. 'Nos hemos valido de plataformas como Facebook, YouTube e Instagram para transmitir las eucaristías. Por ejemplo, una situación inédita fue la de la Semana Mayor, porque todo fue virtual'.
Agrega que también se han adaptado las catequesis, charlas y retiros a la virtualidad. 'Veíamos las redes solamente para el ocio y el entretenimiento, ahora vemos que puede ser útil para muchas más cosas. En el caso de mi parroquia, no era muy activa en redes sociales, y ahora ha sido muy visitada. Las personas envían solicitudes de amistad, entonces creo que han encontrado en esta alternativa la forma de estar cerca de las parroquias y de la comunidad'.
El párroco resalta que los horarios de las transmisiones son iguales a los que ya las personas estaban acostumbradas cuando asistían presencialmente. Generalmente son de 6:00 a 7:00 p.m. y la duración es menor, debido a que 'muchas personas no tienen acceso a internet todo el tiempo'.