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El país enfrenta una creciente circulación de infecciones respiratorias agudas (IRA) en medio de condiciones climáticas variables que han favorecido la propagación de virus como la influenza. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud, hasta abril de este año se habían registrado más de 1,7 millones de consultas por esta causa, con un aumento cercano al 10 % en apenas cuatro semanas.

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Uno de los principales agentes infecciosos en circulación es la influenza, un virus que tiende a confundirse con el resfriado común, pero que puede derivar en complicaciones severas, sobre todo en grupos con condiciones de riesgo como personas mayores, embarazadas, menores de edad o pacientes con enfermedades crónicas. En lo que va del 2025, se han reportado más de 72.000 hospitalizaciones asociadas a este tipo de patologías, así como 8.700 ingresos a unidades de cuidados intensivos.

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Ante esta situación, especialistas y autoridades sanitarias han hecho un llamado a fortalecer las prácticas de autocuidado, entre ellas la vacunación anual contra la influenza y el testeo temprano para identificar el tipo de virus presente. De hecho, de acuerdo con lo que se ha dado a conocer, la vacunación ya se encuentra disponible en Colombia para las poblaciones priorizadas.

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“La influenza puede impactar a cualquiera, independientemente de su edad. (...) Por eso, se recomienda la vacunación para todos los grupos poblacionales, especialmente, para aquellos que puedan desarrollar más complicaciones”, explicó el doctor Álvaro Rojas, director médico de Abbott para Latinoamérica, al destacar la importancia de reducir la transmisión mediante herramientas de protección individual como la inmunización.

En esa misma línea, la Organización Mundial de la Salud señala que la vacunación es el método más eficaz para disminuir el riesgo de contagio y evitar desenlaces graves. Estudios muestran, por ejemplo, que en adultos mayores la inmunización puede reducir la mortalidad por cualquier causa hasta en un 50 %, mientras que, en personas con diabetes, las hospitalizaciones bajan en un 79 %.

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Ahora bien, un aspecto sumamente importante que han reiterado tanto las autoridades como los expertos es que la vacunación contra la COVID-19 no sustituye la protección frente a la influenza. Aunque ambas enfermedades comparten síntomas similares, su origen viral es distinto y requieren medidas diferenciadas.

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El diagnóstico oportuno también se ha convertido en una herramienta esencial. Recientemente, se introdujo en el país un dispositivo de autoevaluación rápida disponible en farmacias, capaz de detectar en 15 minutos los virus de influenza A, B y COVID-19 mediante una muestra nasal.

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Esta herramienta, denominada Panbio Covid-19/Flu A&B, permite a los usuarios identificar de forma privada la posible infección y tomar decisiones informadas respecto a su aislamiento y atención médica.

“En caso de obtener un resultado positivo, es fundamental acudir a un profesional de salud para recibir el tratamiento adecuado según el tipo de virus detectado”, recomendó el doctor Óscar Guerra, director médico de Diagnósticos Rápidos en Abbott para la región.

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Finalmente, los especialistas enfatizan en que junto a la vacunación y el testeo, las medidas cotidianas como el lavado frecuente de manos, el uso de tapabocas al presentar síntomas y el distanciamiento social en caso de malestar respiratorio siguen siendo parte del protocolo sugerido para reducir la propagación viral en comunidades.