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El hecho sin precedentes de que estuviese a punto de declararse una moción de censura contra un ministro sugiere un cambio relevante en las relaciones Ejecutivo-Legislativo y un reacomodo de las fuerzas al interior del Congreso.

Esto, que fue lo que sucedió la semana pasada en el Capitolio con el exministro de Defensa Guillermo Botero, se confirmará o no con el trámite que arranca esta semana de la Ley de Financiamiento, en la que el Gobierno pondrá toda la carne en el asador.

Pero también se sabrá con las mociones de censura que se mueven desde ya: contra el canciller Carlos Holmes Trujillo y el ministro de Agricultura Andrés Valencia, así como con el control político del próximo 26 de noviembre contra la ministra de Minas María Fernanda Suárez y la superintendenta de Servicios Natasha Avendaño, por el proceso de venta de Electricaribe.

EL HERALDO conversó con varios senadores sobre lo que viene de ahora en adelante, pues lo que cambió para que prosperara en votos la moción fue que los independientes liberales y Cambio Radical, así como el gobiernista La U, anunciaran sus votos en contra del ministro.

Así las cosas, el miércoles se iba a dar un evento inédito, y de hecho aún el presidente del Senado, el bolivarense Lidio García, liberal, no ha definido si se sigue o no adelante con la moción pese a la renuncia de Botero, pues el tema está en consultas jurídicas.

La senadora Aída Avella, de los Decentes, cree que lo que sucedió 'es realmente un síntoma de que las cosas están cambiando en Colombia (…). Yo sí creo que está ocurriendo algo muy especial en el Congreso', pero pone de presente que se trata de 'poderes completamente autónomos'.

En la opinión del senador barranquillero Carlos Meisel, del Centro Democrático, 'lo que se le pide al Gobierno, desde el partido de gobierno, es que no entre a negociar los intereses del país y de los ciudadanos. Que el dinero vaya a las inversiones que el país necesita. No a bolsillos de políticos'.

El senador cesarense de los verdes, Antonio Sanguino, advierte que 'este no es el Congreso que aprobó la anterior reforma tributaria, va a haber comportamientos distintos de las bancadas independientes y no la va a tener nada fácil el Gobierno'.

Anuncia por su parte el senador barranquillero de La U, José David Name, que 'el próximo ministro que será llamado a una moción será el de Agricultura', y a él le 'tocará votar positivamente porque hace más de 10 meses' le dijeron que Palmar de Varela, Sabanagrande y Santo Tomás afrontan una 'grave situación por los cultivos de cítricos y la directora del ICA demoró 10 meses en llegar a darles soporte y ayuda'.

Anticipó Name que 'la U, liberales y Cambio Radical' se unieron 'para hacerles control político a los ministros'.

'Ya nos dimos cuenta de que podemos sacar mociones de censura adelante. El 26 de noviembre el debate de control político a la ministra de Minas puede desencadenar en una moción porque la superintendente condiciona solucionar el problema de Electricaribe a la aprobación de una ley de financiamiento que nosotros no podemos vigilar ni cambiar, y eso no es posible'.

Finalmente, el senador del Polo, Iván Cepeda, considera que 'el actual momento es de crisis y del Gobierno depende el rectificar y el producir un cambio de fondo en su política'. 'Eso es lo que podría generar un cambio en las relaciones con el Congreso, y no solo un cambio burocrático'.

En la consideración de la senadora sucreña María del Rosario Guerra, uribista, 'la relación Congreso-Gobierno no tiene por qué cambiar, el presidente fue claro en que él iba a respetar la independencia de poderes y que él no iba a comprar ni con contratos ni con puestos las decisiones del Congreso'.

Entre tanto, el senador Germán Varón, de Cambio Radical, afirma que 'las relaciones continúan', para su partido 'con una independencia absoluta'. 'Hay temas en los cuales acompañamos al Gobierno y otros en que no, y eso se va a preservar'.

Por último, el senador cartagenero del Centro Democrático, Fernando Araújo, no cree que 'la crisis del ministro de Defensa vaya a perjudicar ese relacionamiento respetuoso, donde el Congreso tiene autonomía y el Ejecutivo también tiene independencia. A futuro se necesitarán correctivos pero deben ser en el marco de cero corrupción y absoluta transparencia'.