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El rumbo que tomará la política de seguridad en el gobierno Petro

Analistas señalan en EL HERALDO los posibles virajes que pueda tomar la cartera militar y de policía con el nuevo ministro de Defensa.

Con la designación por parte del presidente electo, Gustavo Petro, del nuevo ministro de Defensa, Iván Velásquez, recordado como el investigador de la parapolítica, uno de los grandes interrogantes que se hacen los ciudadanos es cómo cambiará la política de defensa y seguridad en el país.

DDHH y corrupción

El ex secretario de Seguridad de Bogotá Hugo Acero le dijo a EL HERALDO que la designación “apunta a tratar de solucionar dos problemas que ha mencionado, tanto en la campaña como en entrevistas recientes, como son la violación de los derechos humanos y los problemas de corrupción que se presentan en el interior de las Fuerzas Armadas”.

No obstante, advierte el sociólogo de la Universidad Nacional que “todavía no es tan claro cómo se va a abordar el nivel operacional de la fuerza pública para enfrentar el incremento de los hechos de violencia y delincuencia que generan las distintas organizaciones criminales que se han fortalecido en algunos territorios y ciudades”.

Cambio de ‘enemigo’

César Augusto Niño, magíster en seguridad y defensa y Ph. D. en derecho internacional, señaló en diálogo con este diario que “hay que analizar la cosa desde una perspectiva lo suficientemente objetiva y es que podríamos estar partiendo de supuestos frente a que cambiarán las políticas de seguridad y defensa con el nuevo ministro”.

Aunque, considera el catedrático de Universidad de La Salle, su designación “hace una revisión por lo menos interna doctrinal que lo podría ser además por primera vez de nuestra seguridad nacional” y “tendrá también un énfasis mayor en derechos humanos y en derecho internacional humanitario”.

Y, finalmente, advierte Niño que “las políticas tendrán un cambio en términos de precisión, en materia de qué va a entender como enemigo el país y creo que aquí es importante empezar a desenclavar esa noción” y “será una oportunidad importante de por fin terminar la narrativa de la ‘guerra fría’ en Colombia y pensar más en asuntos estratégicos que de verdad comprometan la estabilidad del Estado”.

Un ataque

El presidente de Acore –Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares–, el coronel (r) John Marulanda, advirtió en este medio que “las políticas de seguridad y defensa van a cambiar: el discurso de Uribe fue muy claro, después el de Santos fue el de la paz y el discurso de Petro es el cambio”.

Sobre Velásquez, el magíster en estudios políticos dice que en la asociación han sido sorprendidos con la designación del ministro. “Estábamos preparados para otro tipo de persona que llevara toda la defensa política de las FF. MM. y de Policía (...) y no sabemos qué es lo que quiere el presidente poniendo ahí a una persona que fue expulsada de Guatemala por corrupto, que es un experto jurista, especialista en DD. HH. y que ha atacado reiterativamente a la Policía”.

Acore, por ello, va a contactar al nuevo ministro para evaluar “cuál es su experticia en el campo de la seguridad y la defensa, para ver qué es lo que tiene en mente”.

Y cree que “los ministros siempre han sido un mecanismo de control interno”, pero “ese ministerio no necesita mayor control y siempre ha sido observado de cerca”.

¿Quién es el exmagistrado Iván Velásquez?

El jurista Iván Velásquez, de 67 años, según le dijo a la agencia de prensa Efe el investigador sénior de la División de las Américas de HRW Juan Pappier, “es reconocido en la región por su tenacidad, integridad y compromiso con la lucha contra la corrupción y por los derechos humanos”.

Cuando investigó los nexos entre políticos y paramilitares, Velásquez fue víctima de interceptaciones telefónicas, señalamientos y, en general, de una campaña de desprestigio, auspiciada por el extinto DAS. Sus denuncias en el escándalo de la parapolítica, que comenzó en 2006, llevaron ante la justicia a cerca de 60 congresistas durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2010).

Diez años antes, como director de Fiscalías de Medellín, Velásquez comenzó a investigar las masacres de Ituango, La Granja (1996) y El Aro (1997), perpetradas en Antioquia por los paramilitares con la complicidad de militares, cuando Uribe era gobernador de esa región, lo que dio pie a una enemistad entre ambos que persiste hasta hoy. En lo que respecta a la tarea de Velásquez como ministro de Defensa, el experto de Humans Rights Watch destacó que “tendrá el enorme desafío de recuperar la efectividad y legitimidad de la fuerza pública en un país que ha sufrido un aumento grave de los niveles de violencia durante los últimos cinco años por parte de grupos armados”.

Ayer en su cuenta de Twitter, Velásquez dejó ver cómo será el manejo de la cartera a su cargo. “Un gobierno para la paz no puede generar venganzas ni promover odios, pero tampoco proteger impunidades. No puede perseguir, pero tampoco encubrir. Así debe ser la magnanimidad del gobernante”, ‘trinó’ el ex magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia.

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