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La foto del presidente Gustavo Petro sonriente al lado de los llamados 'cacaos' es sin duda una muy buena noticia. Ya era hora de que el jefe del Estado y algunos de los 'dueños del país' tuvieran un encuentro franco y directo en medio de un ambiente distendido y cordial, como es la Casa de Huéspedes de Cartagena, tan distinta a los 'fríos pasillos de la Casa de Nariño de Bogotá', donde –según Petro– en las noches salen fantasmas que lo asustan.