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Los negociadores del Gobierno y las Farc se reencuentran hoy en La Habana a 21 días de que se cumpla el plazo pactado para firmar la paz. Lograr terminar las negociaciones para el próximo 23 de marzo se ve como un reto difícil para las partes que requerirá de gran compromiso y voluntad política.

Las conversaciones se retoman después de que el proceso enfrentara su última crisis: la presencia armada de las Farc en el corregimiento de Conejo en La Guajira.

Este hecho desencadenó toda una polémica nacional por el llamado 'proselitismo armado' que las Farc realizaron en Conejo, que incluyó un acto público en el que ‘Iván Márquez’ y otros jefes de la guerrilla, lanzaron discursos alusivos al proceso y repartieron publicidad a favor de una Asamblea Nacional Constituyente.

El tema fue objeto de discusión el pasado sábado en La Habana entre las dos partes en la mesa. En esa reunión, se ajustaron los protocolos para las visitas pedagógicas de las Farc a sus tropas para socializar los acuerdos y se estableció explícitamente que estos actos no podían contar con la presencia de civiles. Superando así, oficialmente el 'impasse' de Conejo.

El equipo de paz del Gobierno, encabezado por Humberto De La Calle, tienen el mandato del presidente Juan Manuel Santos de acelerar las negociaciones de cara al plazo del 23 de marzo. Sin embargo, aún restan por ser pactados dos puntos de la agenda, así como la revisión a las salvedades en los puntos ya acordados.

La Agenda

Después del parón de 13 días, el ciclo 48 de diálogos en La Habana retomará la agenda que traían las negociaciones antes del impasse de Conejo. Es decir, el primer punto a discutir es el fin del conflicto.

En este punto se debe definir, entre otras cosas, el procedimiento para decretar el cese al fuego bilateral y definitivo, así como el número y ubicación de las zonas de concentración para la guerrilla de las Farc.

El presidente Santos definió como líneas rojas de estos temas que las zonas de concentración no podrán tener presencia de civiles y que la dejación de armas es requisito obligatorio para que las Farc tengan beneficios jurídicos y políticos.

Dicha dejación, según lo pactado en el acuerdo de verificación, se hará frente a Naciones Unidas en su condición de componente internacional.

El otro gran tema que resta por ser tratado es la refrendación, una discusión que polariza a las partes. Las Farc pujan por una constituyente y el Gobierno hace campaña abierta por el plebiscito. Santos, durante su discurso en La Guajira en respuesta a la presencia de las Farc en Conejo, afirmó tajantemente que la Constituyente es otra línea roja del Gobierno. Sin embargo, este punto aún no ha sido tratado en la mesa.