InternetEl periodista se disculpó en su blog y en su cuenta de Twitter. "

El periodista de Caracol Radio Gustavo Gómez pidió disculpas públicamente por los hechos que se derivaron de un accidente que sufrió la caravana del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.

Luego de que Petro anunciara el accidente vía Twitter el domingo, comenzaron varios rumores y especulaciones sobre el hecho, incluyendo un supuesto estado de alicoramiento de la Primera Dama de Bogotá, Verónica Alcocer, y además acusaciones sobre violaciones de las normas de tránsito por parte de la caravana del Alcalde, que habría derivado en el suceso.

En su espacio en Caracol Radio, Gómez recibió la llamada de un ciudadano que pidió proteger su identidad y aseguró haber presenciado un accidente previo al relatado por el mandatario bogotano. Ante estas declaraciones, el alcalde Petro hizo público un video del accidente para aclarar todas las dudas al respecto, obligando a diversos medios y periodistas a rectificar la información, incluido Gómez, quien publicó en su blog el siguiente artículo.


“Sobre el accidente del Alcalde Petro

En días pasados tocamos en Caracol Radio el asunto del accidente protagonizado por la caravana del alcalde Gustavo Petro. Ese día escuchamos el testimonio de un ciudadano de comprobada transparencia que nos pidió reserva de su identidad por motivos personales que entendimos y respetamos. Esa persona nos relató sobre un incidente previo que sufrió con la escolta del Alcalde y básicamente dijo lo siguiente: que le habían roto el espejo, que la escolta se había ido sin responderle y que le parecía que ese esquema de seguridad había pasado un semáforo en rojo. Molesto, se dio a la tarea de seguir a la escolta pero en un semáforo perdió a la escolta y tuvo una conversación con la policía. Cuadras después, nos dijo que llegó al sitio el accidente del alcalde y que vio un policía debajo de uno de los carros de la escolta y que tuvo la percepción de que la escolta había invadido un carril contrario.

El alcalde reconoció ese primer incidente, hasta entonces inédito, pero dijo que fue el particular y no su escolta el que se acercó a su carro, y negó que hubieran violado semáforo. El testigo ofreció además un video que únicamente probaba, como se vio en su momento, que seguía a la escolta porque quiso saber quién lo había afectado. Nada más: un corto video de celular. Croquis en mano, el alcalde demostró que no había invadido carril, y ayer, con un video de seguridad que no deja dudas sobre el accidente, quedó también muy claro que si el escolta quedó casi debajo del vehículo oficial fue porque el particular infractor que causó el accidente lo lanzó hacia allá y que fue ese particular quien invadió el carril contrario.

En su momento, planteamos, como muchos otros colegas, dudas sobre ese accidente: la posición del escolta en el suelo, el hecho de que el carro donde viajaba el alcalde fuera manejado por su esposa y no por un profesional de estos menesteres, las inquietudes sobre quién invadió el carril… en fin. E hicimos eco de algunos planteamientos hechos por el propio alcalde, quizás en respuesta a comentarios que oyó en otros medios, como el de la posibilidad de que su señora hubiera tomado consumido alcohol.

Anoche conversé con el testigo, quien sigue molesto por el hecho de que le rompieron su espejo y tiene todo el derecho, ni más faltaba. Pero él mismo, gallardamente, me dijo, “me equivoqué en la apreciación y viendo el video, tengo que decir que tuve una lectura errada de lo que vi cuando llegue”. Es decir, que la escena parecía sugerir que uno de los carros de la escolta había atropellado al motociclista, imagen lejana diametralmente de la realidad. Algo parecido debió sucederle al vigilante que afirmó más o menos lo mismo en el Canal Caracol y que vio la escena después de sucedido el accidente y se dejó engañar por las apariencias.

Sigo pensando que el testigo es una persona íntegra… bueno, me lo confirmó anoche con el comentario que me hizo de reconocer su error. Y sigo pensando que en Caracol Radio planteamos interrogantes válidos y respetuosos al alcalde sobre un episodio que queda totalmente aclarado.

Por eso le presento excusas al alcalde si en desarrollo de una tarea que es periodística y no de ataque personal o revancha política, le causamos molestias a él o a su familia. Lo hago porque siempre he pensado que el periodismo tiene que hacerse con el decoro y la altura necesarias para saber aclarar las cosas cuando no son diáfanas, con la posibilidad de errar pero también de reconocerlo y, sobre todo, con la idea de que cuando, sin intención, se le hace daño a alguien, hay que saber meter reversa y reconocer que se pudo afectar a alguien.

El video presentado por el alcalde, repito, no deja dudas, y cualquier inquietud que hubiéramos tenido como periodistas queda resuelta a satisfacción. Pero voy más allá: el video revela que el alcalde, sometido a una delicada situación de seguridad, y estando acompañado por su familia, en vez de seguir su ruta en la posibilidad, por ejemplo, de un atentado, se baja de su carro y va en auxilio del policía herido. Y eso, aquí y en cualquier parte, es un acto de humanidad y solidaridad.

En el ejercicio de nuestro trabajo, de manera educada, como es nuestra costumbre, seguiremos dudando, seguiremos creyendo en la palabra de gente que presencia hechos, seguiremos buscando la verdad… pero también seguiremos reconociendo el hecho de que mortificar no es nuestro Norte. El periodismo no está exento, aún de buena fe, de vulnerar, pero el periodismo no existe para hacer daño a los demás”.
 

 

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