Los departamentos de Córdoba y Sucre tienen amplia posibilidad de cultivar palma, para la reconversión de una buena parte del área que se siembra en maíz y algodón, alternativas agrarias que están en crisis desde hace varios años.
Así se concluyó en la primera reunión de socialización con productores de ambos departamentos en la sede de Corpoica, en Cereté, evento convocado por la Federación de Palmicultores de Colombia, Fedepalma.
El presidente de esa agremiación, Jens Mesa Dishington, dijo que en sendos departamentos hay mucha tierra que no se ha aprovechado óptimamente, y que podría servir por sus características sanitarias y de suelo, para ampliar las plantaciones que existen en otras regiones del país.
“Esta es una agroindustria que lleva más de 50 años en el país. Existe un conocimiento del que se pueden beneficiar quienes hoy inicien en la actividad, estamos frente a un cultivo de 25 o 30 años de vida y queremos que los esfuerzos que se hagan sean muy productivos”, sostuvo el presidente de Fedepalma.
Carlos Murgas, palmicultor del Cesar y quien compartió su experiencia en el conversatorio, insistió en que Córdoba y Sucre tienen mejores oportunidades de explotación aprovechando los bajos costos de los fletes, debido a la cercanía geográfica con los puertos marítimos de Coveñas, Cartagena y Barranquilla.
Se planteó la conformación de un núcleo palmero, como una alianza entre empresas extractoras y proveedores, con pequeños y medianos productores.
“Debe ser una alianza que perdure con transparencia. Todos en el gremio debemos entender nuestros roles”, precisó Mesa Dishington.
Colombia lidera la producción de aceite en América, con solo el 2 % del área mundial. En el país hay sembradas actualmente 450 mil hectáreas de palma y el crecimiento ha sido del 10 % anual. En 120 municipios de 17 departamentos le aportan al cultivo.
Por Eduardo García