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Las 160 viviendas para igual número de familias zenúes que el Ministerio de Defensa construye en San Andrés de Sotavento serán una réplica de donde viven actualmente los miembros de este cabildo menor indígena.

Así coinciden los ingenieros que participan en la obra, que es construida con una inversión de 2.663 millones de pesos, y que queda a pocos metros de donde han vivido.

Las viviendas que posee esta comunidad indígena se encuentran en avanzado deterioro y, además, cada una tienen que compartirla entre diez y quince miembros de una sola familia.

Estas condiciones llevaron al Ministerio de Defensa y a los miembros de la XI Brigada, con sede en Montería, a empezar un proyecto sobre cuatro hectáreas que estará listo en diciembre próximo.

Es así como Venecia, como se denomina este cabildo menor, renace entre las lomas de un predio de cuatro hectáreas. 'Este nuevo pueblo es un regalo del Ejército a la etnia zenú', coinciden los ingenieros que participan en los trabajos.

La nueva Venecia avanza en un 75 % y se convierte –como el sombrero fino vueltiao– en el máximo orgullo de los aborígenes, que sonríen cada vez que les preguntan por la obra, ubicada a un costado de la carretera que conduce a Tuchín.

'Gracias a Dios el Ministerio de Defensa nos ha regalado este proyecto, con la conservación de nuestras viviendas tradicionales, usos y costumbres. Este es un pueblo indígena como lo queríamos', relata emocionado Dairo Blanco, cacique a cargo de 65 cabildos zenúes.

Propone que el nuevo pueblo de Venecia se convierta en un centro turístico que sirva para mostrar la riqueza cultural de los zenúes, que comparten territorios cordobeses y sucreños.

De hecho, Venecia está siendo construida respetando la arquitectura natural de los ranchos cubiertos con piezas que ofrece el mismo entorno.

El ingeniero Carlos Albeiro Navarro, encargado del proyecto, señala que las obras civiles en concreto y ladrillo se mezclan con la caña flecha para diseñar las ventanas, y la madera en el soporte del techo es de palma amarga, la misma que han utilizado los nativos durante décadas.

La mano de obra de la comunidad indígena fue tenida en cuenta por los ingenieros constructores.

2.663 millones es el costo del proyecto de vivienda construido por ingenieros de la XI Brigada, con recursos del Ministerio de Defensa.

Además de las viviendas, del proyecto hace parte una escuela con sede administrativa, un Centro de Desarrollo Infantil (CDI), una casa comunitaria, sala múltiple, casa de Gobierno, el infaltable centro de reclusión o cárcel indígena.

La medicina natural. Tendrá además un centro de salud para medicina convencional y otro para medicina natural en el que atenderán los dos chamanes del pueblo: Eliécer Almanza y Gabriel Peña Nisperuza.

Este último sostiene que tiene listo su vademécum natural con la estantería para atender en el nuevo pueblo en el trabajo de parto, a los niños que se enferman por ‘mal de ojo’ y a los mordidos de serpientes, como mapaná, candelilla o panoco, especies que más abundan en esa zona de Córdoba.

'Me he dotado de plantas como la Solita (para el mordido de culebra), orégano (para la asfixia), quita dolor, albahaca y malambo', narra el chamán Peña, quien asegura que el veneno de serpiente se contrarresta también con ron ñeque, la bebida tradicional de fabricación artesanal en esa subregión.

mejora calidad de vida. Con este nuevo hábitat para los indígenas se busca mitigar en gran medida el hacinamiento que existe en los antiguos ranchos, como el de Jaime Ortiz.

El cuenta que vive con su esposa, cinco hijos que ya están casados, y por supuesto, sus nueras, yernos y nietos.

Al menos quince personas comparten la casa que en diciembre empezará a ser desocupada para irse a Venecia.

Una alegría similar refleja Dorelina Ortiz, otra de las beneficiadas, quien añora mudarse para tener más espacio para compatirlo con su marido, siete hijos y tres nietos.

'Estamos agradecidos con el Gobierno porque en estos colegios mis hijos tendrán mejor educación', sostiene.

OTROS DOS PROYECTOS. El comandante de la Brigada XI, con sede en Montería, coronel Ulises Figueredo, explica que como Venecia, en San Andrés de Sotavento, el Ministerio de Defensa también construye otras dos obras similares.

La primera, para la comunidad El Pando, en Caucasia (Antioquia), que beneficiará a 113 familias, por valor de 2.123 millones de pesos; y en Vegas de Segovia, jurisdicción de Zaragoza (Antioquia), por un monto 2.521 millones de pesos.

'La idea es que en diciembre podamos hacer entrega de estos proyectos. En todos los diseños se tuvo en cuenta la cultura de las comunidades, es una mezcla casi de lo moderno con lo tradicional', indicó el oficial.

Germán Peña, secretario del cabildo de Venecia, explica que de esta comunidad hacen parte 556 personas, de las cuales 300 serán trasladadas a las 160 viviendas nuevas.

Historia

El resguardo

San Andrés de Sotavento es un territorio ancestral que tiene una extensión territorial de 83.000 hectáreas, según escrituras de la corona española de 1773, con presencia de asentamientos en 15 municipios de Sucre y Córdoba. En el Siglo XX el Resguardo fue disuelto y muchas familias indígenas perdieron sus tierras. En 1986, el pueblo logra concertar con el Gobierno un plan de adquisición de tierras en un área de 10.000 hectáreas.