Los hostigamientos de los diferentes grupos ilegales en el territorio colombiano han empezado a generar una preocupante arista en materia de salud pública: los suicidios.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, en lo que va de este año se han presentado 22 suicidios en comunidades indígenas del departamento del Choco. Siete de estos son casos de menores de edad.
Según la entidad, esta problemática se debe a las afectaciones causadas por el conflicto armado, cuyos principales generadores de zozobra, temor y violencia son las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
'Sabemos de las afugias de las que son víctimas estas comunidades, a las que se tienen que enfrentar a diario, pero la vida tiene sentido, vale la pena vivirla, y el Estado está en la obligación de proteger sus derechos a la vida, a la libertad y a la seguridad', dijo Carlos Camargo, defensor del Pueblo.
Según la Defensoría, 'las instituciones encargadas deben aplicar el enfoque diferencial porque del total de los casos reportados por las autoridades indígenas, 15 corresponden a mujeres'.
En este sentido, Camargo indicó que la atención debe ser inmediata y en consonancia con las prácticas tradicionales de las comunidades afectadas.
Los casos se han reportado en seis municipios de este departamento: Bojayá, Alto Baudó, Quibó, Bahía Solano, Bagadó y Lloró.
'Es de suma importancia actuar cuanto antes. Las instituciones competentes deben aplicar el enfoque diferencial en esta problemática de salud mental causada por los efectos de las hostilidades a quienes están en medio del conflicto. Les pedimos al Ministerio de Salud, a la secretaría de Salud del Chocó, a las alcaldías y a todos los entes con competencia que establezcan programas de atención y se movilicen hasta los territorios afectados', solicitó Camargo.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, las mayores problemáticas que vienen enfrentando estas comunidades vulnerables del Chocó, producto de la confrontación armada en sus territorios, son las rupturas culturales, la violencia generalizada, el acoso e instrumentalización de menores de edad para la guerra, la violencia sexual, el confinamiento y desplazamiento recurrentes y el control ejercido por los grupos armados ilegales a los territorios.
Además, el departamento del Chocó es uno de los más golpeados por el desplazamiento forzado en todo el país a raíz de las diferentes acciones de los grupos al margen de la ley.