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Una vez explicada la conciliación y escuchadas las constancias, la plenaria del Senado aprobó, con un resultado de 56 votos a favor, la conciliación del Plebiscito por la Paz, el mecanismo que permitirá que los colombianos refrenden en las urnas los acuerdos de La Habana ante la eventual firma del proceso de paz que Gobierno y Farc iniciaron formalmente en esa capital el 19 de noviembre de 2012.

La decisión se dio a pesar de la oposición al proyecto que siempre mostró la bancada del partido Centro Democrático, cuya mayoría se inclinó por abstenerse de votar con el argumento de que el referido proyecto de ley estatutaria no es conveniente para el país. En la exposición de su constancia, el senador barranquillero del uribismo, Jaime Amín, calificó como 'tramposo' el plebiscito, al tiempo que reclamó a los ponentes del proyecto el hecho de no haber invitado a la conciliación a algún miembro del Centro Democrático.

En los mismos términos, el senador José Obdulio Gaviria habló de 'un remedo del plebiscito' al criticar el sistema de preguntas del recurso refrendador, mientras que el también uribista Ernesto Macías, antes de pedir permiso a su jefe para ausentarse durante la votación, dijo que 'el Gobierno tiene miedo de que los colombianos no aprueben los acuerdos de La Habana'. Macías sustentó su afirmación en la negativa del Congreso respecto a la propuesta de situar el umbral en el 25 por ciento y no en el 13 como quedó finalmente aprobado.

Dicho umbral tienen que ver con que, del censo electoral, aproximadamente 4,5 millones de ciudadanos deben votar por el sí para que se apruebe el proceso de paz. El senador huilense criticó el hecho de que algunos servidores públicos estén haciendo campaña por el sí, a pesar de que el proyecto de ley establece la prohibición.

'Al ministro del Interior, que no sé si esté se le llena la boca diciendo que los amigos de la guerra tienen todas las garantías', expresó Macías, mientras Juan Fernando Cristo Bustos lo escuchaba sentado en la parte anterior del atril del recinto legislativo.

El Gobierno brindará todas las garantías. Al dar un balance de la conciliación, el senador ponente Armando Benedetti informó que no hubo cambios sustanciales y que lo único claro es que el presidente Juan Manuel Santos podrá convocar un referendo para que se acabe el conflicto y exista la paz en Colombia. Enfatizó en que las reglas del proyecto son claras, especialmente las que tienen que ver con la divulgación, la equidad y la proporcionalidad de la divulgación en los medios de comunicación.

Añadió que, tal como que quedó consignado, el Estado no financiará campañas ni por el sí ni por el no del plebiscito, pero es compromiso del Gobierno informar ampliamente el contenido de los acuerdos que se firmen con las Farc con el fin de que los colombianos puedan votar a conciencia; lo anterior, como respuesta a los que dicen que el plebiscito 'solo les pregunta a los ciudadanos si quieren la paz o no'.

Sobre el tema del umbral, Benedetti explicó que el 13 por ciento no favorece el abstencionismo sino que es un llamado para que los votantes salgan a las urnas. 'Es una iniciativa que no salió de este Congreso sino del jurista Rodrigo Uprimmy', advirtió el senador antes de revelar los cálculos de la Unidad Nacional respecto a los resultados en las urnas: 'el sí obtendrá ocho millones de votos y el no, cuatro; lo que representa más del 40 por ciento del censo electoral'.

Respecto a la posición de las Farc, en el sentido de que el plebiscito no es vinculante, Benedetti expresó que antes cuestionaban «porque se estaba haciendo todo para complacer a las Farc». Y agregó la pregunta: '¿Qué van a decir cuando las Farc digan que sí les gusta el plebiscito?'. De acuerdo con el ponente, en seis meses ya habrá firma de paz, dejación de paz y refrendación de los acuerdos.

'A partir de hoy los enemigos de la paz son aquellos que no pudieron proponer ni liderar ni hacer la paz propia; esos son los únicos enemigos que tiene la paz. Gústele al que no le guste, aquí todo el problema es de envidia', sentenció el parlamentario barranquillero. El llamado Plebiscito por la Paz pasa ahora a revisión de la Corte Constitucional antes de que sea sancionado por el presidente Santos.