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La Franja de Gaza se enfrenta a una emergencia humanitaria sin precedentes, en la cual la infancia está pagando el precio más alto del conflicto armado entre Israel y el grupo terrorista Hamás. A la devastación provocada por los bombardeos y las operaciones militares se suma ahora una crisis de hambruna que está cobrando decenas de vidas cada semana. De hecho, solo entre el domingo y el martes de esta semana, 21 niños murieron por causas relacionadas con la desnutrición, según informó el director del hospital Al Chifa, en la ciudad de Gaza.

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De acuerdo con cifras divulgadas por la oficina de información del Ministerio de Salud del enclave palestino, al menos 101 personas han fallecido por inanición desde el inicio de la guerra en octubre de 2023. Ocho de cada diez víctimas son menores de edad.

La gravedad de la situación fue abordada este martes en una sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Allí, el secretario general António Guterres se pronunció lamentando esta trágica situación: “Basta con mirar el horror de Gaza, con un nivel de muerte y destrucción sin precedente en la historia reciente. La malnutrición se dispara. El hambre llama a todas las puertas”.

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Desde que estalló el conflicto, tras el ataque de Hamás en territorio israelí que dejó 1.200 muertos –en su mayoría civiles–, la ofensiva militar lanzada por Israel ha dejado más de 60.000 muertos en Gaza, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud local, revisados por la ONU. La mayoría de las víctimas también son civiles.

La tragedia infantil en medio del conflicto

El sufrimiento de los niños ha sido uno de los focos más alarmantes. En palabras de Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, “cada uno del millón de niños de Gaza se ha enfrentado a un inmenso sufrimiento” que los marcará de por vida.

Según la agencia, más de 17.000 menores han muerto y 33.000 han resultado heridos en los últimos 21 meses. “Una media de 28 niños han muerto cada día, el equivalente a una clase entera”, afirmó Russell. “Estos niños no son combatientes: están siendo asesinados y mutilados mientras hacen cola para recibir alimentos y medicinas vitales”.

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Uno de los episodios más trágicos ocurrió el pasado 10 de julio en Deir al-Balah, donde al menos 10 niños murieron por un ataque aéreo israelí cuando esperaban suplementos nutricionales en una clínica. Según las Fuerzas de Defensa de Israel, el hecho fue producto de un “error técnico” al atacar a un presunto miembro de la Yihad Islámica. El proyectil cayó a decenas de metros del objetivo, afirmó el Ejército, que anunció una investigación del caso.

Shutterstock/ShutterstockLos palestinos llevan comida para su comida iftar durante el mes sagrado de Ramadán, que recibieron de los Tekkiye, en Khan Yunis, al sur de la Franja de Gaza, el 17 de marzo de 2025.

Ahora bien, aunque Israel calificó el hecho como “un error”, la muerte de menores en Gaza se ha convertido en una constante trágica. La guerra no da tregua ni distingue edades. De hecho, este miércoles, otro ataque sobre la Franja cobró la vida de una periodista embarazada y de nueve miembros de su familia, entre ellos cuatro niños.

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Mientras tanto, la situación humanitaria se deteriora con rapidez. El coordinador de asuntos humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, también advirtió al Consejo de Seguridad que los civiles en Gaza “están siendo tiroteados mientras buscan algo de comer”. Recordó que Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de permitir el acceso a alimentos y atención médica, tal como lo estipulan las Convenciones de Ginebra.

Israel culpa a Hamás por la falta de alimentos

Los organismos internacionales han elevado su voz ante las consecuencias del asedio impuesto por Israel, que limita severamente la entrada de alimentos, medicinas y suministros esenciales.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos denunció que al menos 1.054 personas murieron entre finales de mayo y julio mientras esperaban recibir ayuda humanitaria. De esas muertes, 766 ocurrieron cerca de instalaciones gestionadas por organizaciones respaldadas por Israel y Estados Unidos, y otras 288 cerca de convoyes de la ONU y otras agencias.

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El ejército israelí, por su parte, asegura que Hamás ha saboteado el proceso de asistencia desviando recursos, vendiendo víveres a precios exorbitantes e incluso disparando contra civiles que hacen fila para recibir ayuda.

Sin embargo, en junio, la ONU denunció que la utilización del hambre como arma de guerra constituye un crimen de lesa humanidad, y responsabilizó directamente al Estado israelí por restringir intencionalmente el acceso a alimentos en Gaza.

La comunidad internacional condena lo que ocurre en Gaza

Frente a la magnitud de la crisis, crecen también los llamados internacionales para poner fin a las hostilidades. Francia, por ejemplo, instó a permitir la entrada de periodistas a Gaza “para mostrar lo que está ocurriendo allí”, según declaró el canciller Jean-Noël Barrot. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, calificó como “indefendible” el asesinato de civiles que esperan ayuda.

./EFEHospital de campaña Al Saraya de la Media Luna Roja Palestina en la ciudad de Gaza ha recibido más de 100 heridos, algunos de gravedad, después de que las fuerzas israelíes atacaran a civiles que esperaban ayuda este domingo.

La Liga Árabe también condenó el uso del hambre como arma y acusó a Israel de imponer condiciones “mortales” a la población palestina. Por su parte, el Gobierno británico no descartó sanciones si el Estado hebreo no accede a un alto al fuego. Junto con otros 24 países –incluidos España, Canadá y Australia–, el Reino Unido firmó un comunicado solicitando a Israel levantar las restricciones al ingreso de ayuda.

No obstante, el Gobierno israelí rechazó las acusaciones. En un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores sostuvo que “todas las declaraciones y afirmaciones deben dirigirse a la única parte responsable de la falta de un acuerdo para la liberación de rehenes y un alto el fuego: Hamás, que inició esta guerra y la está prolongando”.

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En paralelo, las operaciones militares se han intensificado. Esta semana, tropas israelíes irrumpieron en instalaciones de la ONU en Deir al-Balah. Según la Organización Mundial de la Salud, los soldados obligaron a mujeres y niños a evacuar el lugar y sometieron al personal masculino a interrogatorios bajo amenaza armada. El ejército aseguró que buscaba a “individuos sospechosos de implicación con el terrorismo”.

De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), entre 50.000 y 80.000 personas se encontraban en esa zona al momento del operativo, en una franja donde el 88 % del territorio está ahora bajo órdenes de evacuación o declarado zona militar por Israel.

MOHAMMED SABER/EFEBombardeos israelíes contra la población civil en la Franja de Gaza.

En este contexto, el enviado especial de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve Witkoff, viajará a la región con el objetivo de impulsar un nuevo esfuerzo diplomático para lograr un cese al fuego. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue exigiendo que se priorice la vida de los civiles, en especial la de los niños, cuyas muertes siguen sumándose a diario.