Por primera vez en la historia, la iglesia Católica tiene un papa estadounidense. En medio del júbilo de millones de creyentes y humo blanco saliente de la chimenea del vaticano, el Cónclave ha elegido al 267º Obispo de Roma, el Cardenal Robert Francis Prevost.
Tal como sucedió durante la elección del papa Francisco en el año 2013, el nuevo pontífice hizo su aparición en el balcón central de la Basílica de San Pedro luego de más de una hora de verse el humo blanco que anunciaba que la elección ya estaba hecha.
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“Annuntio vobis gaudium magnum: habemus papam”, fue la confirmación que llegó con el tradicional anuncio del cardenal protodiácono desde el balcón de la basílica de San Pedro.
León XIV, de 69 años, hizo su primera aparición en la plaza de San Pedro vestido con la muceta papal (prenda corta y roja que cubre la espalda y el pecho), la estola bordada, la cruz dorada y el roquete, vestimenta que el papa Francisco rechazó en su momento.
Al aparecer en el balcón, el cardenal estadounidense emitió su primer discurso como Papa en el que pidió a los fieles que fueran seguidores de Cristo anunciando que “el mal no prevalecerá” y haciendo un “llamado a la paz” a “todos los pueblos.
León XIV, en su primera intervención habló de paz, diálogo y de la inclusión de “todos”, en la línea de su predecesor, a quien agradeció diciendo: “¡Gracias al papa Francisco!“.
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Así mismo, León XIV impartió la bendición urbi et orbi y envió un saludo en español a su “querida diócesis de Chiclayo” en Perú, país en el que vivió y obtuvo la nacionalidad debido a su trabajo en misiones y formación de aspirantes agustinos, además de su labor como obispo de Chiclayo desde 2015.
El nuevo papa pidió silencio a los congregados en la plaza de San Pedro para rezar juntos y recitar la oración con León XIV.
Nacido en Chicago, Estados Unidos, en 1955, pero con una larga trayectoria misionera en Perú, Robert Prevost es miembro de la orden de San Agustín y hoy se convierte en el sucesor de Francisco, tras darse su muerte el pasado 21 de abril de 2025.
Reconocido con el nombre de León XV, Prevost ha desempeñado un papel vital al frente de la oficina del Vaticano para el nombramiento de obispos, evaluando a los candidatos y formulando recomendaciones al papa.
