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El fatídico fallecimiento de una pareja de novios ha pasado a la historia como uno de los más espantosos y terroríficos de todos los tiempos. No solo por lo cruel de los hechos, sino porque sus últimos momentos con vida, e incluso el instante preciso de su muerte, fueron registrados por ellos mismos en un audio que ha permanecido vigente hasta hoy en día.

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Timothy Treadwell, de 46 años de edad al momento de su fallecimiento, y su novia, Amie Hugenard, de 36, eran una pareja de apasionados por el medio ambiente que, en una de sus típicas aventuras admirando la naturaleza en su máximo esplendor, encontraron su muerte a manos de un enorme oso grizzly que los atacó en el Parque Nacional Katmai, en Alaska, Estados Unidos, el verano del 5 de octubre de 2003.

Para el momento del ataque, Treadwell había cumplido un total de trece años dedicándose al cuidado y preservación de la vida silvestre, en especial la del animal que terminó acabando con su vida.

Timothy 'amaba' a los osos, decía que eran sus 'amigos' y sentía que su verdadero objetivo en la vida era protegerlos, por lo cual, cada vez que podía cohabitar con ellos en estado salvaje no dejaba pasar la oportunidad.

'Mírenme cuánto amo a los osos, cómo los respeto, cómo soy uno de ellos', decía frente a la cámara. Él realmente consideraba que conocía cada ejemplar y que ellos entendían sus sentimientos; pues durante su vida como ecologista autodidacta y documentalista, Timothy se había dedicado a registrar todo lo relacionado al comportamiento de estos animales: sus hábitos alimenticios, sus movimientos, su hábitat, e incluso sus peleas por comida o territorio con otros de su misma especie.

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'Hay momentos en que mi vida está al borde de la muerte. Estos osos pueden morder y matar. Y si soy débil, pierdo. Amo a los osos con todo mi corazón. Los protegeré y moriré por ellos. Pero no moriré por sus garras y patas. Lucharé y seré fuerte. Yo seré uno de ellos. Seré el amo', fueron las palabras que llegó a decir el conservacionista en uno de esos momentos en los que consideraba que tenía todo bajo control.

Con el pasar de los años, Treadwell había comenzado a confiar más en sus habilidades dentro de la naturaleza y en la relación que mantenía con estos animales salvajes. Cada vez conseguía grabar mejores tomas en las cuales aparecía más y más cerca de estos osos: jugando con sus crías, alimentándose y cazando salmones en el río y demás. En cada ocasión Timothy se acercaba más y no estaba dispuesto a dejar de hacerlo.

De hecho, las tres últimas temporadas que lo hizo, decidió que compartiría su pasión con su novia, Amie Huguenard, quien también había empezado a ser otra costumbre en su vida. Pero antes, ella tuvo que vencer los miedos que le inspiraban estos animales y, una vez lo logró, comenzó a acompañarlo. Jamás pensaron que ese mágico verano del 2003 terminaría con ellos sin vida.

La confianza les pasó factura

La noche de la tragedia Treadwell y Hugenard se encontraban acampando en el Parque Nacional Katmai. Estaban registrando y filmando todo lo posible sobre los osos grizzly, pues su idea era producir un documental al respecto.

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Ambos permanecían en el sitio, muy cerca de estos animales, a sabiendas de que estaban próximos al otoño, la estación más crítica y peligrosa con los osos, pues es justo cuando estos empiezan a alimentarse excesivamente para entrar en estado de hibernación. De hecho, precisamente, dos días antes de fallecer, los novios habían presenciado la brutal pelea entre dos grizzly por una presa.

'Estoy un poco preocupada, especialmente luego de ver la pelea del otro día. Todavía los amo. (...) Nos iremos en pocos días y necesitamos estar seguros que filmamos todo lo que necesitamos. Puedo ver la tristeza en los ojos de Tim cuando hablamos de irnos. Realmente él pertenece acá, esta es su casa', expresó Amie a la cámara.

'Es uno de ellos y los entiende.(...) A veces siento que él los quiere más que a mí y eso está okey para mí. Estos osos son su familia. Espero que pueda manejar la depresión de dejarlos luego de otro exitoso verano con ellos' agregó.

Esa noche del 5 de octubre, un oso de 4 metros de altura arremetió contra el campamento de la pareja en medio de la oscuridad. De inmediato, uno de los dos encendió la cámara para captar el momento, pero olvidó retirar la tapa del lente, por lo cual alcanzó a grabar el sonido del ataque.

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El audio es sencillamente escalofriante. En él se pueden oír los incesantes gritos de Timothy siendo devorado por el oso combinado con los gritos de desesperación de su novia y el sonido de la lluvia cayendo sobre la carpa en la que minutos antes ambos habían estado durmiendo tranquilamente.

'¡Hazte el muerto! ¡hazte el muerto!', es lo que le grita Amie a su pareja, sin embargo, de muy poco sirve este consejo. Pues, por más que lo intentó, Timothy no logró zafarse de las garras del feroz oso que terminó por devorarlo y, no conforme con esto, regresó por su pareja.

Y es que, en el audio, llega un momento en el cual los gritos de Timothy cesan para dar paso a un estremecedor silencio que es interrumpido por los alaridos de Amie, quien se convierte entonces en la nueva víctima del animal.

Y así, tras seis eternos y escalofriantes minutos, termina este registro auditivo que, aunque se ha viralizado por fragmentos, no está completo al alcance del público.

La escena final

Quien se percató de lo ocurrido y encontró la estremecedora escena, que parecía haber salido de una película de terror, fue Willy Fulton, el piloto que los fue a buscar al lugar de recogida acordado.

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24 horas antes, Fulton había quedado con Timothy que los iría a buscar el lunes, 6 de octubre, para llevarlos de regreso. Sin embargo, en cuanto aterrizó en el Parque Nacional Katmai advirtió algo extraño. El silencio del lugar lo impactó. No había ninguna persona ahí, y a pesar de llamarlos a los gritos, no obtuvo respuesta.

El hombre decidió sobrevolar el sitio y fue entonces cuando logró divisar, cerca del campamento en donde se suponía que debía esperarlo la pareja, rastros de destrucción y un oso comiéndose lo que parecía una caja torácica humana.

El piloto de inmediato llamó a las autoridades y, una vez que estos hicieron presencia en el lugar, se encontraron con una macabra escena. Había restos humanos por todo el campamento y el causante de todo eso aún se encontraba en el sitio.

Finalmente, los guardaparques tuvieron que matar al oso que, al verlos en el sitio, se tornó aún más agresivo. Enviaron su cadáver junto con lo que quedaba de los cuerpos de la pareja y, al abrir su estómago, confirmaron que este había devorado a Timothy Treadwell y a Amie Hugenard.