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El registro de una mortandad de peces en la Ciénaga Grande de Santa Marta, con afectación directa a moradores de las orillas periféricas de los barrios San Martin, Los Alpes y Pénjamo, en la cabecera municipal de Pueblo Viejo, puso en alerta a las autoridades ambientales, comunidad y los pescadores de la zona, que en conjunto verificaron la situación.

De acuerdo con reporte de Corpamag, las especies muertas son lisa, lebranche, camarón y jaiba, con tallas entre los 8 y 17 centímetros. Las causa del fenómeno natural no ha sido determinada con precisión.

La comisión que inspeccionó el suceso hizo un recorrido desde un puerto del barrio San Martin, bordeando las orillas del complejo en dirección hacia el sector de la Boca de la Barra, donde se pudo verificar que las aguas aledañas presentan un color oscuro, descompuestas y putrefacta.

Luego desde la Boca de la Barra el grupo se dirigió hacia el sur de la Ciénaga Grande, donde se pudo constatar que todo estaba normal y que incluso, había pescadores en faenas. También se notaba presencia de las aves tradicionales como garzas y el pato Yuyo.

Sin embargo, cuando el recorrido llegó a la parte norte de la cabecera municipal de Pueblo Viejo, en el sector del antigua instalaciones del zoológico, se verificó que a partir de esta área, se presentaba, el olor fétido y putrefacto de las aguas de las orillas de los puertos y manglares.

Conocido el informe, el director de Corpamag, Carlos Francisco Díaz- Granados, impartió las instrucciones del caso y pidió 'activar el convenio con Invemar, de fortalecimiento el sistema de monitoreo permanente de los cambios ambientales de la CGSM, para tener un diagnostico actualizado del ecosistema'.

Lo anterior como una herramienta para la toma de decisiones del manejo por parte de las autoridades ambientales, en los barrios afectados.

Sugirió, además, 'llevar a cabo una Brigada de Salud por parte de la Secretaria de Salud de Pueblo Viejo, en los barrios aledaño donde se está presentando la mortandad de peces'.

Igualmente planteó realizar acopio, recolección y enterrar los peces muertos, de acuerdo a los protocolos vigentes, para evitar posibles contaminaciones ambientales y daños en la comunidades de dichos sectores.