
Para el representante del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, en Colombia, Rafael De la Cruz, el objetivo último de una ciudad sostenible es que sea vivible y amable con sus ciudadanos. “Tener una ciudad a la que uno le guste llegar, vivir o compartir con los amigos y la familia. Si uno tiene una ciudad de ese estilo es una ciudad exitosa”.
Entre las conclusiones de los paneles realizados ayer en el Foro Internacional de Ciudades Sostenibles y Competitivas, hizo énfasis en la sostenibilidad fiscal. “No podemos esperar simplemente que lleguen recursos de afuera, como el caso de España y otros países del sur de Europa que recibieron recursos de la Unión Europea, o en el caso de América Latina los recursos que puedan venir de fuentes externas. No podemos descansar sobre esto para pensar en la construcción de una ciudad sostenible”.
Indicó que la ciudad debe ser construida por sus propios ciudadanos. “De manera tal que esquivar el doloroso trance de cobrar impuestos no es la mejor solución, indudablemente, para conseguir una ciudad sostenible porque no hay suficiente cantidad de dinero fuera de la ciudad como para ayudarla a ser sostenible”.
También destacó la importancia de fortalecer la capacidad de gestión de inversión pública. “Creo que Colombia, en particular, tendría mucho que ganar si fortalece la capacidad de gestión de la inversión pública. Muchas veces se toman decisiones de inversión muy importantes levantando el dedo, viendo por dónde va el viento, con intuición o porque alguien va y me vende muy bien un proyecto, y eso no siempre sale bien”.
Por eso señaló la necesidad de tener un buen equipo de analistas para que estudien los proyectos y determinen cuáles son sus impactos económicos y sociales, con el fin de que sean capaces de proporcionar a los administradores (alcaldes o gobernadores) un instrumento técnico que les permita tomar decisiones, priorizándolas con base en un buen análisis.
“Esto es muy importante. Yo he visto con gran dolor cómo en nuestro continente se han tirado recursos a un barril sin fondo por carecer de un análisis mínimo”, dijo el representante del BID.
Otro de los retos que mencionó para llegar a ser una ciudad sostenible es la acción de largo plazo, pues “en Colombia y en el mundo democrático hay renovación de las autoridades cada cierto tiempo, lo cual normalmente genera incentivos de corto plazo”.
“Construir una ciudad sostenible es un proyecto de muy largo plazo, entonces hay que compaginar ese incentivo natural de resultados inmediatos con una acción de largo plazo. Hay muchas fórmulas, pero voy a abordar solo una, que el BID ha utilizado en algunos casos: crear una sociedad fuera del Gobierno, en la cual este tenga una capacidad de influencia, pero que al mismo tiempo permita una acción relativamente independiente del Gobierno”.
Cierre de brecha social. En su intervención en el panel de Ciudades Sostenibles y Competitivas en Colombia, la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, aseguró que la prioridad de su administración es cerrar la brecha social.
“Barranquilla tiene un nivel de pobreza del 36%, por encima de la media nacional, por eso todos los esfuerzos deben ir encaminados a ese propósito: una educación integral, una salud oportuna y de calidad, vivienda digna y alimentación. Los recursos del presupuesto se destinan para inversión social”.
Por Víctor Ovalle Gil
victor.ovalle@elheraldo.co