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El ‘Halcón’ despega de la Escuela de Policía Antonio Nariño, en Soledad. Se eleva y, poco a poco, comienza a verse el ‘rompecabezas’ de la ciudad.

El personal a bordo (piloto, técnico y radioperador) se coloca unos audífonos, encienden los micrófonos y están atentos a todas las indicaciones y requerimientos que desde el Centro Automático de Despacho (CAD) de la Policía Metropolitana, en tierra, hacen a la máquina.

El mayor José Iván Orjuela Bautista, jefe del Programa Vigilancia Aérea Urbana de Barranquilla, se reporta:
—‘Halcón’ en este momento sale al aire. Pasará por los distritos 3 y 4.

Se oye que desde la Torre de control dicen:
—‘Halcón’ buenas tardes, permiso concedido.

El mayor se reporta con el CAD y anuncia el operativo: 
—Cualquier apoyo que se necesite en tierra estamos a su disposición.

Dentro de la cabina de la nave Bell 407 el sonido de las hélices hace difícil la comunicación. El mayor Orjuela anuncia que se está a 1.000 pies de altura (unos 300 metros). La imponencia del río Magdalena bordeando la ciudad se aprecia a la distancia.