
Nace Aluvión: encuentros de crítica literaria enfocados en el Caribe
Con invitadas y participantes, tres lectoras profesionales abordarán las narrativas gestadas en la región.
En Barranquilla son varios los eventos culturales que desde hace más de una década abren espacios para que creadores, artistas y autores de la región en el país y el mundo tengan encuentros directos con un público local o visitante.
El Carnaval de las Artes cumplió en febrero pasado su decimocuarta edición; la Feria del Libro, Libraq, ha contado en sus dos versiones con una importante recepción de público; el Festival de Poesía PoeMaRio lleva 12 versiones trayendo poetas de todo el mundo; y antes de la cuarentena por la pandemia eran frecuentes las presentaciones de libros y las charlas entre autores, que hoy, algo huérfanas por la ausencia de ferias masivas, se citan a través de plataformas virtuales.
Pero, ¿aparte de la mera nota informativa, el flyer de presentación -y fuera del marco de los eventos del momento-, a dónde queda todo lo producido? Las creaciones que un día vemos publicadas suelen instalarse después de las ceremonias y los aplausos en el ninguneo o el olvido, sin que medie un registro crítico y ponderado que explique las piezas que solemos llamar obras de arte o literarias.
Cuando hablamos de crítica es la capacidad de crear un tejido entre lo local, lo regional y lo internacional
El proyecto
Ante la ausencia de un registro que responda críticamente a las obras literarias del Caribe nacional surge Aluvión, un proyecto colectivo dirigido por tres profesionales en los campos de la crítica, la edición y la gestión cultural en Barranquilla. Juliana Enciso, Farides Lugo y Tawny Moreno son las encargadas de “divulgar y reflexionar sobre las obras de autoras y autores contemporáneos que están escribiendo desde el Caribe colombiano”.
El proyecto obtuvo el pasado 30 de junio una de las becas de Crítica Cultural y Creativa, en el área de Economía Naranja, en la categoría de Industrias Culturales, otorgadas por el Ministerio de Cultura. En un primer ciclo, se realizarán talleres del 10 de septiembre al 15 de octubre a través de Zoom, con inscripción previa, en donde el público interesado y mayor de edad participará con las integrantes de Aluvión y las tres autoras invitadas. Johanna Barraza Tafur, Bertha C. Ramos y Lya Sierra, “escritoras barranquilleras en poesía, cuento breve y novela con tres experiencias diferentes frente al reto de editar, publicar y divulgar sus obras en un medio tan hostil con las mujeres a nivel intelectual como el nuestro”, dice la presentación del proyecto.
Sobre cada autora realizarán dos sesiones, una centrada en indagar en el contexto histórico donde ejercen su trabajo, profundizar en los temas de su escritura, así como qué otros autores se relacionan con su obra y qué la hace tan interesante desde el punto de vista crítico.
“No somos lectoras aficionadas, somos profesionales, hemos sido educadas para leer desde la crítica y queremos compartir eso con los grupos”, explica Enciso a EL HERALDO.
La segunda sesión consiste en una conversación entre los autores y el público, en la que se podrán hacer preguntas, después de haberse acercado a su obra.
El criterio de elección de las autoras obedece, en parte, a las diferencia de experiencias editoriales que han tenido. “A la gente se le olvida la relación tan importante que hay entre escribir y publicar, el proceso de edición hace que los libros cambien. Una voz poética no solamente es su autor, sino todo el proceso de circulación y divulgación. Y para las mujeres de la región acaba siendo difícil que las tomen en serio”, dice Enciso.
Barraza Tafur, escritora del poemario Sembré nísperos en la tumba de mi padre, fue publicada en Buenos aires, ciudad donde está radicada; Sierra ha publicado de su cuenta dos ediciones de la novela Esa gordita sí baila; y Palabras pesadas, el libro de narraciones breves de Ramos, ex columnista de este medio, inauguró Mackandal, editorial independiente fundada y dirigida por Farides Lugo.
Por su parte, Tawny Moreno ha realizado una importante labor de gestión cultural en eventos literarios y talleres con invitados internacionales en la ciudad. Y Juliana Enciso, además de ejercer la docencia igual que Moreno, ha publicado ensayos, poemas y artículos de investigación. En conjunto, desean que Aluvión propicie redes de trabajo colectivo.
“Las decisiones no son verticales y siempre estamos conversando. Algo que hace falta en las regiones es dejar de despreciar el trabajo de las mujeres, que es lo que intentamos hacer desde la estructura patriarcal, donde las mujeres misma no nos damos valor”.
Tejido crítico
Un aluvión, según el diccionario, son sedimentos arrastrados por una corriente de agua, que quedan depositados en un terreno.
En un video que explica el nombre del proyecto, el equipo de Aluvión señala que la arena acumulada en el agua del aluvión “crea un abanico fluvial siempre en movimiento, no es un material consolidado”. Su proyecto –que dejará contenidos escritos y audiovisuales sobre las autoras en un sitio web en construcción– “desea leer literatura colombiana, reflexionar sobre ella y producir crítica literaria que poco a poco, con el fluir del agua del tiempo, trace rutas sobre arenas cambiantes; que dialoguen con lo que se está escribiendo hoy y sean un testimonio para el futuro crítico literario”.
Una de las ideas –o prejuicios– que buscan confrontar dentro de esas rutas cambiantes, es la que desprecia al crítico por su labor de observador constante, como lo hicieron miembros del Grupo de Barranquilla. Sin ir más lejos, Álvaro Cepeda Samudio escribió en su entrevista a Obregón que eran “parásitos prepotentes”, y que había “millones de cosas más agradables que hacer que leer a los críticos de cine, literatura o base-ball”.
Otra tiene que ver con el enfoque regionalista con que algunos críticos buscan valorar las obras de la región, escarbando en elementos caribeños archiconocidos que poco interpelan a los lectores. En Aluvión quieren expandir esa mirada circunscrita sólo al espacio geográfico: “Cuando hablamos de crítica es la capacidad de crear un tejido entre lo local, lo regional y lo internacional”, dice Enciso.
“Queremos ser una invitación a repensar el lugar de la importancia de la crítica cultural en Barranquilla y animar a los lectores a volcarse sobre las producciones de la región y no sólo sobre lo que se produce en Bogotá o a nivel internacional”, concluyen en su presentación.
La escritora Lorrie Moore ha dicho de sus propias críticas y reseñas que son “respuestas culturales a otras respuestas culturales”. Textos que no se quedan con el registro de que algo –una obra– pasó entre nosotros, sino que propician un espacio para pensarlos desde una mirada que ahonde en el trabajo del otro. A eso apunta Aluvión: elaborar un registro, dar otra respuesta, que es una creación por sí misma, acerca de lo que se escribe en la región.