En la comunidad de Taloulumana en la zona de Bahía Honda de la Alta Guajira murió un niño wayuu de nueve años de edad, de nombre Jhoander Uriana, quien tenía una parálisis cerebral y sufría de desnutrición.
Así lo informó el líder Javier Rojas representante legal de Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Wayuu Shipia Wayuu, quien ha denunciado la muerte de cerca de 5 mil menores en La Guajira por desnutrición y presentó medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el agua de los wayuu.
Rojas indicó que hace algún tiempo las autoridades de salud se habían comprometido a atender al menor, pero no fue posible y falleció ayer en la mañana. 'El secretario de Salud Gonzalo Araujo se había comprometido a brindarle la atención que necesitaba John, pero esto no se cumplió', afirmó.
Agregó que hace un mes la mamá del niño Lilia Uriana, perdió otro hijo. 'Mientras estaba en el hospital de Uribia con Jhonander, tuvo que dejar solos a los otros hijos de 13 y 10 años. El primero de ellos en su afán de conseguir recursos se subió a un barco de contrabandistas y cuando lo encontraron, se asustó y se tiró al mar', explicó Rojas. El cuerpo fue encontrado dos días después.
En lo que va corrido del año la secretaría de Salud departamental ha reportado la muerte de 26 niños por desnutrición en La Guajira.
Ante este hecho la directora nacional del Frente Parlamentario Contra el Hambre, la senadora Sofía Gaviria expresó su solidaridad con las familias del menor, en estos momentos de duelo y manifestó su indignación por su muerte.
'Responsabilizo al ICBF, porque es totalmente intolerable que este niño haya muerto después de que, desde hace meses, estábamos advirtiendo la gravedad de su situación y de que el instituto se había comprometido a prestarle la atención debida', manifestó.
Agregó que 'la negligencia del ICBF está produciendo una nueva víctima'.
Ayer también se conoció que un niño de ingresó a la Clínica Maicao con desnutrición, maltrato y desatención parental. Se supo que era de una comunidad cercana al casco urbano y que se notificó al ICBF y a la Policía de Infancia.
En paro por falta de pago
En cese indefinido de actividades se declararon unos cien empleados del hospital Nuestra Señora de los Remedios de Riohacha, quienes exigen el pago de los salarios atrasados. En un comunicado a la opinión pública señalan que algunos contratados y de planta han renunciado por esta situación y que han iniciado el cese como única fórmula para garantizar el cumplimiento de los compromisos económicos. Según indican los empleados, les adeudan tres meses de años anteriores y seis meses de lo que va del 2015.