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Policías y funcionarios cargan una camilla metálica con un cadáver. EL HERALDO
Judicial

Inseguridad en Barranquilla: ¿cuál es la verdadera situación?

Cifras evidencian un aumento de hechos delictivos en los últimos años en la ciudad. Expertos coinciden en que el uso de redes sociales ha profundizado el miedo de la gente.

El rapto y asesinato de Brenda Pájaro Bruno; el supuesto secuestro exprés del empresario Rodolfo ‘Fito’ Acosta, y los asesinatos y descuartizamientos de dos jóvenes en el barrio Las Mercedes, acrecentaron más en los últimos días la percepción inseguridad en la capital del Atlántico, pese a que en meses anteriores ya se había hablado localmente de una supuesta presencia del Cartel de Sinaloa, de las células urbanas del Eln, de poderosas bandas criminales, de atentados terroristas, actos que pudieron resultar ser mucho más temerosos para los barranquilleros. 

El pánico se generalizó a través de las redes sociales y llegó hasta el punto en que surgieron rumores de un “asesino en serie” que había arribado a la urbe. Que su primera víctima había sido “la señora Brenda” y una segunda perjudicada había sido una linda joven cabello negro a la cintura que quedó desnuda y sin vida en un costado del corredor de la Vía 40. Otro rumor que tomó fuerza fue el del carro de vidrios oscuros que raptaba mujeres bajo sedación, específicamente, en el Norte. 

En su momento, la Policía Metropolitana aclaró que frente al caso de Brenda Pájaro sí se adelanta una investigación formal, pero no está ligada al evento de un asesino serial sino de “un hecho puntual que se está indagando con celeridad”. 

Por otro lado, en el caso de la supuesta muerta de la Vía 40, el propio general Mariano Botero Coy, comandante de la institución armada, tuvo que salir a desmentir el hecho y aclarar que sí se trató de un homicidio de una mujer, pero en Manta, Ecuador, a cientos de kilómetros de Barranquilla. 

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Y en ese mismo sentido, el alto oficial manifestó que ante la divulgación de las falsas noticias en la ciudad, en redes sociales como WhatsApp y Facebook, miembros de la Unidad de delitos Informáticos de la Sijín buscarían las direcciones IP para establecer de dónde salieron o quién o quiénes fueron los creadores de las supuestas redes de traficantes de órganos y de los criminales que se llevan a las mujeres a punta de ‘burundanga’.

“Las personas que estén haciendo falsas noticias, ocasionando temor entre la ciudadanía, vamos a identificarlas. Si se comprueba que son noticias falsas vamos a colocarlas a disposición de la justicia”. Añadió que “hay unas penalidades establecidas en la ley, sabemos de las consecuencias de una falsa denuncia y de las consecuencia de generar terror en la ciudad”.

Pero detrás de todo esto, vale la pena hacer un repaso para verificar si realmente Barranquilla, una ciudad con características portuarias, que está en plena transformación y que en los últimos años se le ha notado más el progreso, puede catalogarse como insegura. 

Los números

El Informe de Calidad de Vida 2008-2016 del programa Barranquilla Cómo Vamos, cuya publicación se hizo en noviembre del año anterior, arrojó unas conclusiones frente al tema de seguridad en la ciudad. 

De acuerdo con el documento, la percepción negativa de seguridad de los ciudadanos barranquilleros fue respaldada por tres hechos principales: las muertes violentas crecieron en un 8% entre 2008 y 2016; los homicidios en un 4%; y los hurtos aumentaron año tras año, lo que se resumió en un alza del 39% en el periodo analizado.

Al ser comparada con otras ciudades capitales, el estudio indicó que Medellín (21,5%) y Bogotá (16,3%) tuvieron tasas de homicidio por 100 mil habitantes inferiores a la de Barranquilla con (32,7%). En este escenario, registró el programa BqCV, Barranquilla llegó a duplicar la tasa presentada en Bogotá. Cali, con 52,3% fue la ciudad más crítica en el período analizado. “Preocupa que entre las ciudades mencionadas, Barranquilla sea la única con tendencia al alza en el período”, advirtió el programa.

Por su parte, en lo que tuvo que ver con hurtos, se observó una marcada tendencia creciente durante el período. En 2008 se presentaron 451 casos por cada 100 mil habitantes, para 2016 esta cifra ascendió a los 625 casos por cada 100 mil habitantes. En 2016, se registraron 7.649 hurtos, de estos 5.291 hurtos fueron cometidos a personas, modalidad con mayor frecuencia.

Por otro lado, las cifras de la Policía Nacional relacionadas con los delitos de alto impacto ocurridos en Barranquilla en 2017 y lo que va de 2018 no son inferiores a las expuestas por el informe 2008-2016 de Barranquilla Cómo Vamos. 

En el caso de homicidios, según los registros de la institución armada, Barranquilla tuvo 346 eventos en 2017, con 254 actos cometidos con arma de fuego. De ese número de homicidios, 280 ocurrieron en vía pública. En 2018, la Policía indicó que entre el primero de enero y 31 de agosto sucedieron 209 casos de homicidio, 155 con arma de fuego y 161, de la cifra inicial, en vía pública. 

El hurto a personas, calculado por las denuncias interpuestas en la institución, dejó 5.753 casos en 2017. De esos, 3.822 fueron en vía pública. En lo que va de 2018, entre el primero de enero y el 31 de agosto, fueron denunciados 6.043 casos, 3.228 de esos ocurridos en vía pública. 

Sobre el hurto de celulares, un ítem prácticamente nuevo bajo análisis, la estadística de la Policía arrojó que en 2017 ocurrieron 2.262 hechos denunciados, con 1.504 de esos sucedidos en vía pública. En 2018, a pesar de que no ha culminado el año y que se delimitó el espacio analizado entre el primero de enero y el 31 de agosto, la cifra superó a la de 2017 con 3.208 hechos denunciados. 

Cabe resaltar que datos estadísticos de la Policía Nacional también evidencian que Barranquilla y el departamento del Atlántico tuvieron un elevado número de decomisos de armas de fuego en los primeros cinco meses del año. 

En Barranquilla, según los registros de la autoridad, fueron decomisadas 584 armas de fuego de distintos calibres y modelos, entre el primero de enero y el 31 de mayo. Si bien la cifra no determina la cantidad de armas ilegales en una ciudad u otra, muestra que en operativos de requisa fue superior a los decomisos de ciudades capitales como Medellín, en donde hubo 332 armas decomisadas y Cali con 548, ambas para el mismo lapso. 

En ese sentido, Bogotá fue donde hubo el mayor número de armas decomisadas con 760 ejemplares.

Reacciones

El profesor e investigador Luis Fernando Trejos Rosero, director del Centro de Pensamiento UNCaribe de la Universidad del Norte, coincide con que en este momento “la percepción de inseguridad es muy alta en la ciudad de Barranquilla, debido a la reciente ocurrencia de varios hechos violentos que han tenido un alto impacto mediático”. 

Según él, casos como la desaparición y posterior asesinato de Brenda Pájaro y el supuesto secuestro de Rodolfo Acosta, tienen algo en común: “en ninguno de ellos hay resultados judiciales, lo que genera un sentimiento de desprotección y aumenta la desconfianza de la ciudadanía con sus instituciones. A esto, debe sumarse el ambiente de paranoia colectiva que se ha generado en los últimos días por el irresponsable uso de las redes sociales por parte de ciudadanos que han difundido una serie de audios (sin ninguna verificación) en los que se afirma que en la ciudad operan bandas dedicadas al secuestro y asesinato de mujeres”.    

Por otro lado, Jorge Ávila Pareja, sociólogo y experto en seguridad, explica que el tema siempre se aborda desde dos ámbitos: desde la parte objetiva que tiene que ver con la ocurrencia de los hechos criminales, los hechos de delincuencia, de lo que ocurre y se reporta que ocurre, y la otra parte tiene que ver con la parte subjetiva, que es sobre cómo percibe la gente el estado de las cosas en materia de seguridad. “Ambas son igual de importantes, no puede haber una gestión exitosa en materia de seguridad que subestime la segunda parte”.

Considera además que Barranquilla está en una dinámica distinta, de las ciudades que crece, de las ciudades que quieren progreso y se vuelven atractivas, no solamente para la gente, para mejorar su calidad de vida, sino también que viene siendo atractiva y ha sido atractiva por varios años, décadas, para actividades ilegales.

Barranquilla, según Ávila, tiene una característica portuaria que la convierte en un sitio preciso para el tráfico de droga. “Es el eje de todo lo que se está desencadenando en la ciudad”, afirma. 

“Lo que está pasando en los puertos, a través del río, cómo se exporta droga a través de la actividad portuaria. Ahí está el problema. Y tenemos hoy una situación de todo un entramado criminal que finalmente está subcontratando servicios de bandas locales, para desarrollar la actividad del narcotráfico”, señala el sociólogo. 

En cuanto a lo que percibe la ciudadanía, Ávila insiste en que la percepción se afecta generalmente por hechos distintos. “Tenemos una complejidad superior en materia de criminalidad por lo que ocurre y por ese uso de la posición estratégica de Barranquilla como territorio que permite a las bacrim, y a las estructuras disputarse el territorio y hacer que el negocio de la droga sea efectivo. Y de ahí se desprenden cualquier cantidad de situaciones igual de complejas. La gente no se percibe de insegura por eso, la gente se percibe insegura por lo que afecta a su cotidianidad. Su día a dia, hoy tenemos una situación que está atormentando al barranquillero, lo que se ve en las calles, el hurto, la vulnerabilidad a las mujeres…”.  

Finalmente, el experto indica que hay una situación de miedo generalizado que hay que tratar de entender, que no se puede soslayar, además de la forma cómo se masifica la información. 

General Botero, en declaraciones a los medios. EL HERALDO

Casos sonados

A finales de noviembre del año anterior, gran parte de la comunidad barranquillera se conmocionó con el asesinato del realizador audiovisual Angello Alzamora Córdoba.

El joven se desplazaba con su novia por el barrio Paraíso cuando fue interceptado por dos sujetos que se bajaron de un taxi y le dispararon para robarle el celular.  

Pero sin duda, el episodio más grave de esta oleada de violencia en Barranquilla sucedió en enero de 2018. Fue el atentado terrorista ocurrido contra la Estación de Policía del barrio San José, en la localidad Suroriente. El hecho dejó seis policías muertos, más de 40 heridos y un profundo temor que casi acabó con una de las ‘maravillas’ de la ciudad como lo es su Carnaval. 

Aunque las autoridades detuvieron a quienes habrían organizado y ejecutado los planes, hasta el momento no se conoce una condena por el hecho. Casualmente, una próxima audiencia se llevará a cabo a finales de este mes. 

Y otro hecho judicial reciente que mantiene en vilo a la comunidad es la desaparición y posterior asesinato de Brenda Pájaro. La mujer salió el pasado 25 de julio de su vivienda en el barrio Costa Hermosa de Soledad y 30 días después fue hallado su cadáver en un sector enmontado del barrio Miramar. Por el hecho, no hay capturados ni la Policía ha dado un listado de sospechosos. 

En este sitio encontraron el cuerpo de Brenda Pájaro

Los restos de la mujer, quien había desaparecido el pasado 25 de julio en el norte de la ciudad, fue hallado en el sector de Miramar, la tarde-moche de este lunes.

Plan

Frente al accionar delictivo, las autoridades han anunciado y puesto en marcha diversos esquemas de seguridad a lo largo de este año. Justamente, el más reciente plan fue lanzado el viernes anterior llamado ‘Red de Participación Cívica’. 

Con este, la Policía Metropolitana busca integrar empresas de vigilancia y seguridad privada, gremios, líderes e instituciones, para mejorar la seguridad y convivencia en la ciudad.

En el lanzamiento, el general Hermán Bustamante, comandante de la Región de Policía, manifestó que lo que se hizo fue un plan de integración con redes de apoyo y 122 empresas de vigilancia privada, que suman más de 10.000 integrantes en toda la ciudad, “ayudando y aportando a dar buenos resultados. A entregar información oportuna que permita evitar el delito”. 

Además este detalló que la comunidad debía apoyar más a la institución para darle claridad a las investigaciones. “Crean en nosotros, en las redes de apoyo y en la participación ciudadana, y así podemos mantener logros que hasta el momento tenemos”, apuntó. 

“A Fito debo creerle”

El general Mariano Botero soltó una frase el pasado viernes 14 de septiembre, en medio de una rueda de prensa. “A Fito debo creerle”, expresó el comandante de la Policía en referencia al supuesto caso de secuestro exprés del empresario. “Dice que lo raptaron, se está investigando, hay unos elementos que se darán pronto. No debo decir cosas que no son, tengamos paciencia. Se han revisado elementos donde pudo darse el rapto y todo eso ha pasado a disposición de la Fiscalía”, mencionó. 

Imágenes que deja la llegada de Fito Acosta a su casa

Amigos y familiares llegaron hasta la residencia del empresario barranquillero para celebrar su liberación tras 29 horas de estar secuestrado.

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