El médico Carlos Valdés Moreno, director nacional de Medicina Legal, aseguró en diálogo con EL HERALDO que los análisis a restos exhumados dentro de una investigación ordenada por la Fiscalía no tienen un tiempo determinado de duración.
La afirmación la hizo a propósito de la exhumación del exsenador Gabriel Acosta Bendek por una denuncia interpuesta por sus hijos Ivonne Acosta Acero y Alberto Acosta Pérez, por las dudas que tienen sobre las causas reales de su muerte registrada agosto pasado.
Valdés explicó que dependiendo del tiempo de sepultado es posible obtener tejidos, pero si es mucho 'no va a haber tejidos blandos, solo tejidos duros, es decir, huesos y dientes.
'Cuando se trata de estos casos es muy difícil señalar el tiempo de los análisis porque depende de la respuesta y de la buena calidad de los tejidos que se hayan encontrado', explicó el médico.
Aunque no se refirió puntualmente a la exhumación por tratarse de un proceso que apenas comienza, Valdés indicó que si el cadáver 'no tiene tan descompuesto los tejidos como aquellos cadáveres momificados', la situación es totalmente diferente y es mucho más rápido el estudio de los análisis del mismo'.
El funcionario reiteró que el tiempo de los análisis depende directamente del estado de conservación de los tejidos y de la sospecha de las sustancias que pudieron ingresar al cuerpo. 'Si se tiene sospecha de alguna sustancia los exámenes de toxicología se enfocan hacia esa sospecha, pero si no se tiene ninguna hay que partir de la variedad de análisis que hay que realizar y eso es muy demorado'.
La demora en los análisis a los que hace referencia el médico se debe según explicó a que hay que tener en cuenta los tóxicos de primera, segunda y tercera generación. 'Cuando hablamos de generación es de los más frecuentes a los menos frecuentes', apuntó el director.
En Barranquilla existe un laboratorio de toxicología, por lo que los análisis a los restos exhumados se realizan en la ciudad.